El Primer Polo Científico de Cuba se encuentra situado en el Reparto Siboney al oeste de La Habana. Fue fundado en el año 1991 con el objetivo de crear productos competitivos y la obtención de divisas a través del desarrollo de la industria Médico Farmacéutica, la Biotecnología y otras tecnologías avanzadas para resolver problemas de salud y la alimentación.
Desde principios de la década del 80 se comenzó a trabajar en la temática de la Biotecnología, la formación de personal científico y la creación de la infraestructura así como la información que permitiría a Cuba equipararse con los estándares internacionales.
Aprovechando la capacidad intelectual y científica de los egresados de las escuelas de medicina, los politécnicos y demás centros de formación de personal en las nuevas tecnologías de las informáticas y las comunicaciones comienzan a funcionar centros de investigación, institutos de instrucción, empresas productoras, centros de salud, centros reguladores que desarrollan productos innovadores en el campo de la biomédica y la farmacología entre ellos se encuentran:
- Centro de Investigaciones Médico Quirúrgicas CIMEQ
- Centro Internacional de Salud La Pradera
- Centro de Inmunología Molecular CIMAD
- Instituto Internacional de Medicina Tropical IPK
- Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología
- Centro Internacional de Restauración Neurológica CIREN
- Centro Nacional de Investigaciones Científicas CENIC
- Instituto Central de Investigaciones Digitales
- Hospital Ortopédico Frank País
- Hospital Militar Carlos J. Finlay
- Instituto Superior de Instrucción Victoria de Girón
La disciplina, el rigor científico y la constancia que existe en el Primer Polo Científico de Cuba ha dado como resultado que la fabricación de vacunas y fármacos de gran aceptación en el mundo, que en mucho de los casos son exclusivos de Cuba como es el caso de la vacuna contra la hepatitis B, el Heberprot-P, un medicamento para tratar la enfermedad del Pie Diabético y la primera vacuna contra el cáncer de pulmón, lesiones traumáticas de la médula espinal, tumores y otros trastornos neurológicos como el Parkinson.
Existe una buena razón para que Cuba se conozca como una potencia médica a la altura de países desarrollados como Estados Unidos, Canadá, Francia y Alemania.
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