La sequía azota en el centro de Cuba, donde en una de sus provincias hasta 40 000 personas dependen del agua por pipas, y en otros lugares se aplazan los ciclos de distribución, debido a la aridez de las fuentes de abasto.
Esta situación hace crítico el panorama en Sancti Spíritus, donde solo en la cabecera provincial unos 13 700 pobladores reciben tiros de agua con camiones cisterna, según precisó Roberto Nápoles Darias, director de la Empresa Provincial de Acueducto y Alcantarillado.
En la provincia se acometen inversiones para mejorar el servicio de abasto, como son el cambio de equipos de bombeo, para sustituir algunos que tienen más de dos décadas de explotación, de los cuales ya se montaron cuatro y tres están en proceso.
Con tales acciones ya se logró que la planta potabilizadora de Sancti Spíritus elevara su capacidad de bombeo de 670 litros por segundo a 860.
Los mayores problemas están en los poblados que reciben el vital líquido de la planta de Yayabo, pues esta ha bajado su potencia de bombeo de 286 litros por segundo, que es lo máximo, a solo 100.
Lo anterior está impactando en calles como Máximo Gómez, Agramonte, Martí, en la zona del centro, parque y boulevard, además de la parte sur, fundamentalmente el reparto 23 de Diciembre, una panorama que se espera mejore cuando aumenten las lluvias.
Otro lugar golpeado por la sequía en la provincia es Trinidad, pues San Juan, su principal fuente de abasto, presenta los niveles más bajos, con un bombeo de que ha descendido de los 95 litros por segundo a solo 20, lo que incide sobre todo en partes de la ciudad fundamentalmente el Centro Histórico, además de lugares y consejos populares en zonas altas.
A parte de la cabecera provincial y Trinidad la situación es también acentuada en los municipios de Yaguajay, Jatibonico, Cabaiguán Fomento, según reconoce Yusliadys Lorenzo Coca, directora técnica de la Delegación Provincial de Recursos Hidráulicos.
Hasta abril se reportaban cerca de 85 equipos de bombeo rotos, con afectaciones para unos 7000 espirituanos, aunque se reconoce que en determinadas comunidades se ha avanzado con la instalación de otros que funcionan con luz solar y corriente eléctrica, como parte del cambio de matriz energética.
Frente a esas dificultades la activación de pipas ha sido parte del plan, con las cuales se priorizan centros asistenciales y escuelas, mientras que en la tarde noche abastecen a las zonas más críticas, pero los ciclos pueden demorar hasta 20 días y más.
Las afectaciones al servicio eléctrico también impactan y complican la situación, pues cuando no hay fluido eléctrico se limita el bombeo de agua desde los pozos de la ciudad trinitaria.
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