Especialistas de higiene y epidemiología alertan sobre el aumento de casos febriles en municipios de Matanzas, y de trastornos diarreicos en otros, con cuadros sintomatológicos muy similares al dengue. ¿Estará en riesgo la población de la provincia de contagiarse con el virus del Oropouche?
El doctor Amancio Martínez Morejón, subdirector del Centro Provincial de Higiene y Epidemiología en la provincia de Matanzas, declaró una alta preocupación por el aumento de pacientes febriles en los municipios de Calimete, Cárdenas, Jagüey Grande, Matanzas y Unión de Reyes. Los casos, de momento, se asocian al dengue, dado el gran número de focos de mosquitos Aedes Aegypti detectados en los territorios.
De igual modo sucede en las localidades de Ciénaga de Zapata y Cayo Ramón, en los que se realiza un estudio ante el auge de pacientes con fiebres altas, tanto niños como adultos. Las alarmas se disparan en el territorio, pues hace pocos días se conocieron los primeros casos de personas infectadas con el virus del Oropouche en Cienfuegos, provincia colindante a Matanzas.
Los síntomas de esta enfermedad son muy similares a los del dengue. La investigación de Nereida Valero, del Instituto de Investigaciones Clínicas “Dr. Américo Negrette” de Venezuela señala que:
“Dada su presentación clínica, la fiebre de Oropouche debe incluirse en el diagnóstico diferencial de otras enfermedades frecuentes y de reciente emergencia y reemergencia como el dengue, la fiebre chikungunya, la fiebre amarilla o la enfermedad por virus Zika. La mayoría de estas infecciones, al menos durante las fases iniciales de la infección, producen cuadros febriles prácticamente indistinguibles los unos de los otros”.
La llegada del virus del Oropouche a Matanzas es prácticamente inminente, reconoce Martínez Morejón. El virus tiene incidencia en Latinoamérica, y dado el intercambio turístico, comercial y de cooperación entre el territorio y los países latinoamericanos, existen plenas condiciones para que llegue de un momento a otro la enfermedad.
También advierte el doctor: “a partir de junio se incrementan las temperaturas, además de que comienza la etapa ciclónica y de lluvias. Esto hace que proliferen los vectores (…).” Por tal motivo, la autoridad sanitaria invita a la población a realizar el autofocal al menos una vez por semana, para reducir las probabilidades de contagio con las enfermedades transmitidas por los mosquitos.
En cuanto a los casos de vómitos y diarreas, Martínez Morejón recuerda que hay enfermedades que actúan por ciclos, como un grupo de padecimientos digestivos intensificados en los meses de mayo y junio.
Tal es el caso de las enfermedades de transmisión digestiva o las diarreicas agudas (EDA), entre las que se encuentran la Hepatitis E y A (ausente esta última en la provincia durante una década, pero que hoy reaparece en los municipios de Cárdenas, Jagüey y Arabos).
Casi siempre da náuseas, vómitos, fiebre, malestar general, decaimiento… Algunas personas pueden defecar blanquecino, orinar oscuro como borra de café, o variarles la coloración de la piel a un tono amarillento, al igual que los ojos.
señala el especialista.
Lo cierto es que en Matanzas existen ahora mismo varios padecimientos a nivel de salud pública con síntomas muy similares al virus del Oropouche. Si ya llegó o no, las condiciones para que cause estragos en la población están creadas.
Ante las actuales alarmas levantadas con el nuevo virus, aún no se anuncian campañas de sanidad pública por parte de las instituciones de salud del Estado. ¿Qué pasará con el control del Oropouche en Cuba?
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