Nicaragua sigue siendo una ruta migratoria irregular para los cubanos que intentan llegar a los Estados Unidos, muy a pesar de las restricciones impuestas recientemente.
La cantidad de viajeros en el Aeropuerto Internacional Augusto César Sandino de Managua da fe de que no solo cubanos, sino también haitianos y africanos, continúan apostando por esta ruta de migración masiva.
Hasta finales de octubre pasado se reportaban entre 10 y 20 vuelos diarios desde La Habana y en cada uno arribaban desde 50 hasta 220 personas a territorio nicaragüense.
Hace solo unos días el Departamento de Estado de los Estados Unidos informó que restringiría los visados a propietarios, así como ejecutivos y/o altos funcionarios de las diferentes compañías que operan vuelos chárter a Nicaragua.
Una medida, argumentó el departamento, dirigida a eliminar la migración irregular y los precios de extorsión que cobran estas compañías, que llegaron a alcanzar los 4 mil dólares desde que se eliminó el requisito de visado para viajar a Nicaragua.
De hecho, debido a estas restricciones impuestas ya la compañía dominicana Air Century anunció la suspensión de sus vuelos en la ruta Cuba – Nicaragua.
Presumiblemente la compañía High Sky también podría cancelar los vuelos de Cuba y Nicaragua por la misma razón, aunque Conviasa y Aruba Airlines no han anunciado desestimar sus operaciones.
A pesar de todo lo que se mueve alrededor de las operaciones aéreas, cantidades notables de migrantes continúan rondando los alrededores del aeropuerto, abordando taxis, comprando celulares y líneas SIM y dirigiéndose a los sitios de hospedaje donde pernoctan para luego continuar su viaje.
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