Si para cualquier cubano sobrevivir mes a mes con su salario es tarea difícil, titánica; para una institución religiosa que históricamente se ha sostenido del apoyo de sus fieles constituye un gran imposible.
Desde hace años la Iglesia Católica Cubana se solventa económicamente gracias al apoyo internacional que recibe de otras instituciones religiosas y las donaciones de creyentes extranjeros.
A día de hoy, la labor católica en Cuba pende prácticamente del ahínco y profunda fe de los pocos presbíteros que aún operan en la Isla. La Mayor de las Antillas rompe un récord a nivel mundial que no alegra a nadie: es el país en el cual un solo sacerdote debe atender al mayor número de fieles, una relación de 20 872 creyentes por cada presbítero.
Los apagones, la escasez de alimentos, medicamentos y combustibles también afectan la vida religiosa en Cuba, y ha repercutido en la disminución del número de hombres y mujeres de fe en misión pastoral.
En estos momentos en la Isla solamente hay 27 seminaristas y 374 presbíteros. Muchas iglesias locales deben ser asistidas por sacerdotes extranjeros traídos por misión religiosa a la Mayor de las Antillas.
Por tales motivos, desde España, la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) lanza la campaña “La Iglesia en Cuba, donde contigo nada es imposible”, para recaudar fondos y bienes materiales para donar a Cuba.
Entre los objetivos propuestos por la organización se encuentran los de enviar combustible para los autos utilizados por los sacerdotes, así como partes y piezas para el mantenimiento de los mismos.
Según comunican desde la diócesis de Matanzas, la escasez de combustible complejiza la realización de las misas en las comunidades más apartadas, así como los encuentros pastorales, la celebración de bodas, bautizos y talleres de jóvenes.
Por otro lado, ante el déficit de papel, la baja capacidad de impresión y la poca difusión que reciben los temas religiosos desde los medios oficiales de comunicación, ACN enviará a Cuba la financiación necesaria para la impresión de 330 000 publicaciones catequéticas, de diversos tipos y para todas las edades.
Dadas sus necesidades primordiales, la diócesis de Pinar del Río recibirá directamente dos mil publicaciones destinadas tanto a la catequesis como a talleres formativos para para la liturgia, los responsables parroquiales y los ministros de la Eucaristía.
Del mismo modo atenderán las necesidades elementales de las hermanas de Jesús Verbo y Víctima, perteneciente a la diócesis de Santa Clara, además “para que puedan llevar esperanza y consuelo a la zona de Guasimal, uno de los rincones más olvidados de la isla”.
Con profundo sentir, el presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba (COCC), Mons. Emilio Aranguren, reconoció que “nuestra Iglesia es sinodal, unida, viva, atenta, pero también es una Iglesia pobre”.
Esta no es la primera vez que la ACN realiza donaciones a la Iglesia Cubana. En 2022, en metálico, entregaron un millón de euros, y en 2023 la cifra ascendió a 1.5 millones de euros.
Las religiosas y los religiosos son otra pieza clave de la Iglesia de Cuba, que cuenta con presencia de 118 congregaciones e institutos. Su esfuerzo y su entrega suponen la transmisión de la fe en los lugares más inhóspitos. Sin la ayuda del exterior sería imposible su misión. Este es un ejemplo del apoyo a la vida consagrada.
indicaron desde la ACN.
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