¿Qué de novedoso propone la pyme? ¿Realmente son resistentes sus materiales? ¿Cómo pueden adquirirse para construir una vivienda en Cuba?
El sector constructivo en la Isla constituye el que más inversiones requiere anualmente, y cada vez lleva más millones de pesos, aun cuando al caminar por cualquier calle cubana puede apreciarse un notable deterioro en las edificaciones más allá de los cascos históricos.
En el caso de las personas naturales con voluntad y presupuesto para construir, se encuentran con la odisea de conseguir el cemento, un producto que parece totalmente indispensable. Inexistente en los patios de materiales del Estado, ahora mismo en el mercado informal un solo saco de P350 aparece por un precio de 4000 o 5000 pesos.
La propuesta de la MiPyme Tecnoespuma consiste en edificar una vivienda completa con una tecnología basada en poliestireno (poliespuma). De esta manera elaboran falsos techos, columnas, decoraciones, bovedillas para cubiertas y otros productos que reducen considerablemente el uso del cemento.
Con estos materiales la empresa, formada por 10 de trabajadores, propone la construcción de la primera casa modular basada en tecnología de poliestireno.
Con paneles formados por dos placas externas y un núcleo central, los módulos permitirán la fabricación de la estructura total de la vivienda, con proporciones acorde a las dimensiones de los paneles, y eso sí, con numerosas ventajas.
Con la instalación en serie de los paneles, se reduce la entrada de sonidos a las edificaciones, y además actúa como regulador térmico, impidiendo que las fuertes temperaturas ambientales comunes en la Isla penetren al interior de las viviendas.
Por estas razones, las estructuras creadas pueden considerarse sostenibles energéticamente, dado el alto ahorro que generan en equipos de ventilación (aires acondicionados, consolas o ventiladores).
Lejos de lo que pudieran pensar algunas personas incrédulas, está demostrado que dicha tecnología es altamente resistente a la humedad, el calor, al sol, al sereno y las condiciones climáticas propias de la región. El material, sorprendentemente, tarda 500 años en degradarse.
En América Latina, por ejemplo, constituye un principio esencial del sector constructivo, solo que en Cuba no se ha empleado hasta el momento y por ello resalta como una innovación en el mercado nacional.
Con esta tecnología constructiva podrá edificarse una vivienda en poco tiempo, con todos los requerimientos técnicos y en compañía de otros materiales sostenibles como el yeso y cal.
Incluso, con el empleo de determinados moldes, la mezcla constructiva con base de poliestireno es capaz de adoptar las formas del molde y lograr de allí piezas de valor estético, que pueden pintarse o dejarse expuestas, cual influencia brutalista.
Para seguir perfeccionando la industria, los empresarios de la MiPyme investigan con profesionales de la Universidad Central Marta Abreu de Las Villas en soluciones que integren productos nacionales y amigables con el medio ambiente, a la vez que permitan abaratar los costos de las importaciones.
En estos momentos todas las materias primas empleadas por Tecnoespuma provienen del exterior, lo que representa un alto gasto de divisas. Por tal motivo, es imposible actualmente comprar sus producciones con moneda nacional. Salen al mercado a través de la plataforma Isla Grande, y solo admite transacciones desde el exterior.
Aún son una empresa joven, con apenas un año y media de existencia, y entre sus proyecciones sí está impactar en el mercado nacional una vez consigan establecerse en un modelo económico sostenible.
De momento, desarrollan una amplia proyección social con importantes donativos a hospitales y centros educativos en Cuba.
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