Saldo Móvil en Cuba: La Nueva “Divisa” que Nace del Tarifazo de ETECSA

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En Cuba, cada decisión económica del gobierno parece abrir una nueva grieta en la ya frágil vida cotidiana. Esta vez, la chispa fue el reciente “tarifazo” de ETECSA, que limitó el uso del peso cubano para contratar servicios móviles. 

¿El resultado? El saldo móvil ha pasado de ser un simple recurso digital a convertirse en una nueva “divisa” dentro del mercado informal.

Desde plataformas como Revolico hasta grupos de Facebook y chats de compraventa, el saldo de ETECSA se revende a precios especulativos. Un fenómeno que no solo expone la exclusión digital, sino que refleja cómo la economía informal cubana se reinventa frente al desmoronamiento del CUP.

¿Qué cambió con las nuevas tarifas de ETECSA? 

ETECSA impuso desde el 30 de mayo una restricción clave: solo es posible adquirir hasta 360 CUP mensuales en paquetes de datos. Todo lo adicional —más datos, llamadas, SMS— debe pagarse en divisas extranjeras como MLC, USD o euros a través de recargas internacionales.

Esto excluye de facto a quienes no tienen acceso a dólares o familiares en el exterior, empujándolos a comprar saldo en el mercado informal a precios elevados.

El nuevo mercado: “saldo por MLC, saldo por CUP al doble” 

Según reportes, ya circulan anuncios como:

“Vendo 360 de saldo por 720 CUP” o “cambio saldo por 3 MLC”.

Estas ofertas han sido vistas en sitios como Revolico en Ciego de Ávila y redes sociales, reflejando un fenómeno nacional. El saldo, como bien escaso, adopta una lógica similar a la de cualquier divisa dura en un contexto de hiperinflación y devaluación.

¿Por qué el saldo se volvió tan valioso?

Escasez + control estatal = oportunidad para la reventa.

La escasez estructural de divisas hace que cualquier activo digital adquirido en MLC (como el saldo de ETECSA) tenga valor de mercado. La falta de acceso oficial a recargas económicas en CUP convierte al saldo móvil en un lujo. 

El colapso del CUP, cuya tasa informal ya supera los 370 por dólar, agrava esta dinámica de especulación. Exclusión digital y desigualdad 

Esta nueva modalidad de mercado informal visibiliza una verdad incómoda: en Cuba, la conectividad ya no es un derecho, sino un privilegio.

Quienes reciben remesas o tienen familiares en el exterior pueden revender saldo y hasta lucrar con ello, mientras quienes dependen de un salario estatal quedan desconectados o pagan el doble.

¿Complicidad estatal o simple negligencia? 

Muchos usuarios en redes sociales han denunciado lo que consideran una estrategia deliberada del Estado. Argumentan que cada restricción impuesta por ETECSA crea artificialmente un nuevo mercado negro que beneficia a actores con poder o cercanos al aparato estatal.

Una frase repetida resume el sentir popular:

“Nada de esto es espontáneo. Siempre hay alguien arriba que ya hizo los cálculos.”

¿Qué sigue? La digitalización desigual como norma 

Saldo móvil, gasolina, café, gas, alimentos… En Cuba, todo bien escaso termina convertido en un producto de lujo, con acceso restringido a quienes puedan pagar sobreprecio. El saldo de ETECSA se suma ahora a esa lista.

Muchos temen que lo que viene sea aún peor:

“¿La electricidad por USD? ¿El transporte solo con MLC?”.

La tendencia es clara: cada servicio básico, incluido el acceso a internet, va siendo privatizado de facto, aunque no lo llamen así.

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Yanelis Barrientos Fernández

Formada en Comunicación Social en la Universidad de La Habana; posteriormente, me sumergí en el fascinante mundo digital, especializándome en Periodismo Digital