La estabilidad de los combustibles en Cuba aún es una asignatura pendiente para el Gobierno de la isla.
En este año las autoridades nacionales han reportado varias crisis con el gas, tan importante en la cocción de alimentos, sobre todo cuando los constantes apagones no permiten hacer un mayor uso de los equipos eléctricos en las cocinas.
En varias provincias se reportaron períodos prolongados sin llegar el producto y a inicios de octubre se logró hacer una descarga parcial de un barco de gas, que llevaba días estacionado en puerto sin que las autoridades nacionales pudieran financiarlo.
Una breve estabilidad se avizoraba en toda la nación, pero recientemente la Empresa de Gas Licuado emitió una nota informativa que anuncia afectaciones en el abastecimiento en Artemisa, Mayabeque y La Habana.
Desde el 4 de noviembre faltará el producto en los puntos de venta de estas provincias y se verán afectados un número importante de clientes residentes en esos territorios del occidente de la isla.
El comunicado de la entidad refiere que la principal causa del desabastecimiento es la demora de la descarga de un barco por parte del proveedor. Al mismo tiempo hubo un cambio de última hora en la modalidad de pago, pues se retiró el crédito destinado a ese fin.
Nuevamente las autoridades responsabilizan de esta problemática al gobierno de Estados Unidos, por su persecución financiera y el bloqueo impuesto por esta nación a Cuba.
La Empresa de Gas Licuado ofreció disculpas a sus clientes por las molestias que esta situación pueda provocar e informará cuando estén disponibles nuevamente los cilindros de gas para que la población los adquiera.
Nuevamente la crisis financiera que vive la Mayor de las Antillas afecta directamente en los hogares de los cubanos. Gran parte de las familias de la isla dependen del gas licuado para la cocción de sus alimentos.
Igualmente sucede con entidades gastronómicas, escuelas, centros de salud y otras instituciones, donde se ven obligados a elaborar alimentos con fogones de leña para no detener sus vitales servicios.
En la crítica situación de generación eléctrica que vive el país, la falta de gas licuado de petróleo es otro grave problema que se suma a los muchos que ya tienen los habitantes de Cuba.
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