Según informaciones recientes, los vuelos de deportación o retornos asistidos desde México a Cuba han sido suspendidos temporalmente.
No se retornarán más migrantes irregulares cubanos hasta nuevo aviso, una pausa procesal hasta nueva orden, dijo un funcionario que prefirió mantenerse en el anonimato.
La decisión podría deberse al gasto que efectúa el gobierno mexicano al hacer los envíos, un acuerdo resultado de las negociaciones sobre el tema y que vieron su efecto a partir de octubre.
Según este acuerdo Cuba aceptaría las devoluciones, pero sería México quien asumiera los gastos de los viajes, estimados en 237 dólares por cada migrante.
Desde que fueron reanudados estos vuelos en octubre, Cuba ha recibido cerca de 435 migrantes en 5 vuelos a través de la aerolínea Viva Aerobús, para un gasto total que ascendería a 103.095 dólares aproximadamente en solo un mes.
Pero la totalidad de devoluciones en 2023 alcanza los 789, que sacando cuentas se acercarían a los 200.000 dólares en total.
Y aunque este gasto no es una novedad, pues el INM posee un presupuesto para este tipo de gestiones migratorias con los cuales se devuelven a ciudadanos no nacionales, centroamericanos mayormente, ahora se informa una suspensión temporal.
Llama la atención, además, que la suspensión llegue a solo una semana del fallecimiento del cubano Luis Enrique Méndez, quien debió volar a la isla en uno de esos viajes el 16 de noviembre.
Al mismo tiempo uno de los cubanos migrantes irregulares en Tapachula aseguró que en la estación Siglo XXI, sitio donde falleció Méndez, habían liberado a varias personas ese mismo día.
Sin embargo, no existe constancia ni del vuelo efectuado, ni de alguna lista de migrantes a ningún aeropuerto en esa jornada.
El tema político y los vínculos entre los gobiernos cubano y mexicano podría sumarse a las razones de la decisión.
Abogados afirman que México, mantiene un doble rasero al aplicar las políticas migratorias con Cuba, una consecuencia presumiblemente derivada de esos vínculos mencionados antes.
Mientras tanto muchos migrantes de la isla se siguen sumando a las caravanas que viajan al norte por su cuenta buscando llegar a la frontera con Estados Unidos y otros se mantienen en las estaciones por temor a la detención y consecuente deportación.
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