La Organización de Naciones Unidas reconoció las dificultades en la disponibilidad de alimentos para la población en Cuba.
Así fue resaltado en último Informe Anual del Programa Mundial de Alimentos correspondiente al año 2022 y que fue divulgado en el sitio web de la referida organización internacional.
De acuerdo a los datos proporcionados en el documento los cubanos con edades comprendidas entre los 14 y 60 años en la nación caribeña “solo ingieren diariamente el 24 % de las proteínas necesarias, el 36 % de la energía y el 18% de las grasas que necesitan”.
Un estudio del Instituto Nacional de Higiene y Epidemiología arrojó una alta prevalencia de anemia en niños entre 6 meses y 23 meses de edad.
En tal sentido, el Programa Mundial de Alimentos colaboró con el Gobierno de Cuba para la mejora de la nutrición de los mismos, específicamente en las provincias pertenecientes a la región del centro del país y La Habana.
Para ese entonces, hizo un donativo consistente en 10.7 millones de dólares en arroz, aceite, harina, cereales, mezcla de maíz y soya, alimento con formato en polvo con macronutrientes.
Además donó alimentos en formato de polvo con macronutrientes como la leche para los menores de edad (hasta 2 años) de las provincias orientales.
En total el PMA suministró alimentación a alrededor de 789.068 cubanos, lo que representó un 10% por encima de la contribución hecha en 2021.
En correspondencia con lo expresado en el informe anual, una de las causas principales de la inadecuada nutrición de los cubanos radica, precisamente, en los niveles elevados de inflación que experimenta el país luego de implementarse la Tarea Ordenamiento.
Los registros del PMA indicaron que la referida tarea Ordenamiento “contribuyó a impulsar la inflación a un 40% interanual, de octubre de 2021 a octubre de 2022”.
Refiere el informe que “como resultado, el país experimentó una escasez de alimentos, incluidos los principales cereales (harina de trigo, arroz y maíz, frijoles), verduras, productos lácteos y carne (res y cerdo)”.
Por otro lado, hace alusión al ingreso per cápita de los cubanos donde “el salario mínimo mensual no es suficiente para cubrir los requerimientos nutricionales recomendados de 2.300 kilocalorías” siendo los trabajadores estatales y las personas jubiladas los mayores afectados.
También asegura que “la dieta del hogar cubano promedio es pobre en micronutrientes” debido a la disponibilidad inestable y limitada de los alimentos, a factores socioeconómicos así como a los malos hábitos alimentarios.
El texto divulgado por esta organización internacional resalta que la malnutrición trae consigo el sobrepeso y la obesidad debido a la deficiencia y desequilibrio de los macronutrientes y señala que aquellos que no reciben remesas del extranjero son los que mayoritariamente sufren de malnutrición.
“No se cumplen las recomendaciones nutricionales para todos los grupos de edades” a pesar de que el gobierno cubano subsidia algunos alimentos con el apoyo del PMA.
El informe emitido hace referencia a que en los hogares de Cuba las familias destinan entre un 55% y un 65% de los ingresos a la alimentación, un porcentaje significativamente desproporcionado.
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