Este fenómeno meteorológico trajo consigo vientos y lluvias intensas en el oriente del país. A continuación, te mostramos un panorama detallado del impacto de Beryl y las medidas tomadas para mitigar sus efectos.
Las bandas externas del huracán Beryl, con vientos máximos de 220 km/h, provocaron lluvias, marejadas y vientos en las zonas del oriente cubano. Las autoridades de Granma reportaron desde el miércoles marejadas y vientos sostenidos de entre 40 y 60 km/h, con rachas superiores en el sur del territorio, siendo la provincia más cercana al ojo del huracán.
La comunidad costera de Pilón experimentó un deterioro significativo del tiempo, afectando a turistas y trabajadores del Hotel Marea del Portillo.
Daños en Manzanillo
En Manzanillo, una tormenta local severa causó la caída de árboles y daños al servicio eléctrico. Las autoridades activaron grupos de trabajo temporal del Consejo de Defensa en los municipios de Pilón, Niquero, Media Luna y Manzanillo. Decenas de personas en zonas proclives a penetraciones marinas fueron trasladadas a lugares seguros, y se distribuyeron alimentos de la canasta familiar normada.
En la Comunidad de Cabo Cruz, Niquero, las bandas externas del huracán provocaron rachas de hasta 80 km/h y marejadas. Las autoridades locales tomaron medidas para proteger a los residentes en zonas bajas susceptibles a la penetración del mar.
Se activaron grupos temporales de trabajo en los municipios costeros y en el macizo montañoso de la Sierra Maestra. Los especialistas del Radar de Pilón monitorearon el centro de circulación del huracán, confirmando su movimiento hacia el oeste-noroeste y su continua influencia en el clima local.
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