Los cubanos enfrentan un nuevo golpe al bolsillo. La Empresa Cubana del Pan ha confirmado oficialmente el aumento de precios de varios de sus productos, argumentando el encarecimiento de las materias primas necesarias para la elaboración del alimento básico.
La medida, que ya comenzó a aplicarse en algunas provincias como Sancti Spíritus, afecta directamente tanto al pan normado como al liberado, productos esenciales en la dieta diaria de la población cubana, que en medio de una crisis económica cada vez más severa, ve cómo el costo de los alimentos sigue escalando.
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Según informó Dannei González Tejeda, jefa de operaciones de la Empresa Cubana del Pan en Sancti Spíritus, los nuevos precios son los siguientes:
La diferencia entre ambos precios responde a la composición y tipo de insumos utilizados en cada variedad, según explicó la directiva.
Estos ajustes, sin embargo, no son uniformes en todo el país. La política permite a las provincias fijar precios en función de los costos locales, especialmente por las fluctuaciones en el mercado de materias primas que enfrenta Cuba.
La falta de suministros estables por parte del Estado y el encarecimiento internacional de productos como la harina, la levadura y las grasas han obligado a la empresa a adquirir insumos a través de actores económicos no estatales, como mipymes o trabajadores por cuenta propia.
Esto, inevitablemente, ha elevado los costos de producción y, en consecuencia, los precios al consumidor final.
Además, la crisis energética que atraviesa el país, junto a los problemas logísticos y financieros para importar materias primas, ha puesto a las panaderías estatales en una situación crítica, limitando la producción y distribución de un producto tan básico como el pan.
Como era de esperarse, el anuncio de la subida de precios no ha pasado desapercibido para la población. En las redes sociales se multiplican los mensajes de inconformidad y preocupación, ya que este alimento forma parte de la canasta básica y su encarecimiento afecta a las familias cubanas en su día a día.
“Si ya estaba difícil conseguirlo, ahora mucho más con estos precios”, comentan algunos usuarios, quienes también denuncian que el abastecimiento no es estable, y que muchas veces el pan escasea en las panaderías estatales.
Este incremento se suma a una serie de medidas económicas que han impactado el costo de vida en Cuba en los últimos meses. Desde ajustes en los combustibles, hasta el precio de otros alimentos y servicios, las familias cubanas enfrentan una inflación creciente, con salarios que no logran cubrir las necesidades básicas.
En meses recientes, incluso se redujo temporalmente el gramaje del pan normado para garantizar su distribución, medida que también fue muy criticada.
La Empresa Cubana del Pan asegura que continúa buscando alternativas para mantener la producción y distribución, pero la realidad es que las limitaciones económicas del país y la dependencia de proveedores no estatales complican cualquier solución a corto plazo.
Mientras tanto, el precio del pan, un alimento que acompaña la mesa cubana todos los días, continúa subiendo, aumentando la incertidumbre sobre cómo podrán afrontar las familias este y otros gastos esenciales.
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