En Cuba todas las opciones de transporte de pasajero constituyen un asunto delicado, casi en estado de gravedad. Por un lado, la aviación nacional, con un parque aéreo mínimo y envejecido; la transportación terrestre con la ya normalizada escasez de combustible; y la movilidad por vía marítima, una de las menos usadas, pero imprescindibles en ciertos lugares, y con condiciones que rozan el extremo de la precariedad.
En La Habana, ciudad más habitada de la Isla, si bien resultan necesarios los ómnibus llamados P (de rutas principales), A (de rutas auxiliares); es indispensable el servicio conocido popularmente como el de la lanchita de Regla, la vía más rápida de unión entre las localidades a ambos lados de la bahía.
Muchos usuarios que “la lanchita” es una sola, pero se han visto dos en tiempos recientes, ¡y en realidad son seis! ¿Qué sucede con estas embarcaciones? En este artículo D-Cuba explora en las respuestas.
Actualmente, las dos lanchas en funcionamiento son las llamadas Giraldilla y 4to Congreso, aunque eso no signifique que estén en muy buen estado y las amenace una detención para mantenimiento.
El Registro Cubano de Buques ya advierte que la 4to Congreso necesita someterse a reparación, por lo que se vuelve necesaria una pronta salida de navegación. Según informa el Ministro del Transporte en Cuba, Eduardo Rodríguez Dávila, su solución no tardaría más de tres semanas, y en el momento en que decidan sacarla de circulación, informarán a la población.
En cuanto a La Giraldilla, hace algunas jornadas hace algunas jornadas atrás dejó de moverse por la bahía, pues se averió el motor que tenía instalado. Afortunadamente, se le instaló en la Empresa de Astilleros del Grupo Empresarial de Transporte Marítimo-Portuario (Gemar) uno de dos motores importados.
Pero estas no son las únicas lanchas encargadas de la movilidad de pasajeros para las localidades de Casablanca y Regla, existen otras cuatro. ¿Qué pasa con ellas?
Efectivamente, también están La Coubre, Baraguá, 300 Aniversario y Mártires de Tarará, todas paradas en los muelles de Luz, Casablanca y Regla.
En el caso de La Coubre, es la otra lancha que recibirá el segundo motor importado. Ya se le aplicó calibración al casco, limpieza en los compartimentos, y aún recibe mantenimientos en la UEB Astigal de la Empresa Ceprona, en Casablanca, como renovaciones en su carpintería y remediación de socavaduras. Las autoridades del transporte prevén que pueda volver al agua para mediados de agosto.
La 300 Aniversario, sin motor, a la espera de que la sociedad anónima UNEVOL S.A. repare el motor y lo instale. Pero la necesidad de otras reparaciones, la revisión del casco y la necesaria pintura hacen que hoy mismo no sea posible saber cuándo entrará en funcionamiento dentro de la bahía de La Habana.
En Cuanto Baraguá y Mártires de Tarará, cual desafortunada y caprichosa ironía, son las de peor estado técnico. Son múltiples los desperfectos a gran escala que aún requieren de evaluación para luego llegar a soluciones financieramente viables para el sector.
Adicional a ellas, existe la lancha Aba-3, hasta el momento utilizada como remolcador en la bahía, pero que luego de la reparación a la que se somete, las autoridades valoran convertirla a lancha para transportación de pasajeros. También con fecha de acabado para mediados de agosto.
Esto significa que, si Giraldilla y 4to Congreso no sufren roturas de imprevisto, para el 15 de agosto, los finales de vacaciones e inicios del curso escolar, el famoso sobrenombre de lanchita de Regla recaerá sobre cuatro embarcaciones, todas necesarias en una región donde la movilidad marítima se torna indispensable.
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