La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura pronostica que serán bajos los niveles de producción y oferta de alimentos en Cuba en 2023, algo en lo que inciden varias problemáticas.
Un informe del Sistema Mundial de Información y Alerta (SMIA) de ese organismo reconoce situaciones que marcarán durante el año el panorama alimentario en la isla, en este artículo te contamos.
¿Qué pasará con la producción de alimentos en Cuba en 2023?
El documento precisa que en 2023 decrecerán las plantaciones en el país, por cuarto año consecutivo la siembra de arroz decrece debido a la carencia de insumos agrícolas.
Otros problemas como las afectaciones en los sistemas de riego atentan contra la producción del referido renglón, por ejemplo en la provincia de Pinar del Río, donde los daños del huracán Ian causaron estragos en ese sentido.
El arroz es un producto básico en la dieta del cubano y su presencia en la red comercial formal ha sido inestable en los últimos tiempos con precios que han oscilado entre los 55 y 70 pesos la libra, llegando a superar los 100 pesos cup en el mercado informal.
El país importa las dos terceras partes del arroz que se demanda para cubrir la canasta familiar normada y el consumo social, la prensa nacional informó que en 2023 solo se logrará plantar 68.000 hectáreas de las 140.000 de arroz que estaban previstas.
Las condiciones climáticas también suponen dificultades en el sector agrícola, dado que se pronostican condiciones de sequía de febrero a marzo en el occidente de la isla, y ello frena las posibilidades de rendimiento de los cultivos.
El pronóstico en cuanto a la siembra de maíz en Cuba en su etapa estacional también habla de una superficie por debajo de la media, aunque la cosecha está en buenas condiciones, según precisa el informe del SMIA.
Las necesidades de importación de cereales del país del período junio 2022 – julio 2023 están en 1,6 millones de toneladas, inferiores al promedio, lo que está dado también por la disminución de los habitantes en la isla.
Desde el período 2021-2022 las cantidades de importación de cereales hacia Cuba decayeron por debajo de la media, como consecuencia del aumento de los costos a nivel mundial.
La situación inflacionaria en el país es otro de los problemas que sigue limitando el acceso de los cubanos a los alimentos, el documento reconoce la devaluación monetaria en la isla como algo que ha condicionado esa situación luego de la reforma salarial de 2021.
El aumento de los precios de los alimentos ha limitado la capacidad de compra de las familias de la isla.
Desde 2019, la oferta de alimentos en los mercados territoriales también ha mermado, como consecuencia del decrecimiento de las producciones y las importaciones.
La capacidad importadora de Cuba también ha estado limitada para adquirir alimentos y combustible, debido a los altos precios en el mercado internacional, lo que también se expresa en el panorama de desabastecimiento del país.
Aplicar la ciencia y la innovación en medio de las carencias que vive el país para estimular la producción es parte de la frecuente convocatoria gubernamental en el país, en la cual se adoptaron medidas para estimular la producción agrícola.
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