Los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH) han tomado la decisión de restringir el acceso a 21 bases de datos biomédicas a científicos de cinco países donde está incluida Cuba.
Según informan varias fuentes oficiales aparte de la isla mayor de las Antillas, en la lista se incluyen Venezuela, Irán, Rusia, y China los cuales son considerados “preocupantes”.
Las bases de datos contienen información crítica sobre variaciones genéticas, casos de cáncer, enfermedades neurodegenerativas, entre otros aspectos relevantes.
Esta medida, anunciada el dos de abril por la administración del presidente Donald Trump, forma parte de un esfuerzo más amplio para “proteger datos considerados sensibles de accesos externos”.
Indice
Reacción de la Comunidad Científica
El neuroinformático en la Universidad de Ciencia y Tecnología Electrónica de China, Pedro Antonio Valdés Sosa, criticó la decisión, señalando que es un momento en que la investigación sobre variaciones genéticas es crucial para entender y tratar enfermedades.
Al propio tiempo precisó que, dicha acción parece una respuesta irreflexiva, pues las bases de datos en cuestión son vitales para la investigación sobre trastornos cerebrales, lo que subraya el impacto negativo de esta prohibición.
Para la neurocientífica de la Universidad de Texas, Gladys Maestre, su preocupación radica en el impacto que esta restricción tendrá en los científicos venezolanos, quienes dependen de datos reales para validar sus investigaciones.
Endurecimiento de las Regulaciones
Aunque el expresidente Joe Biden había implementado algunas limitaciones en el acceso a estas bases de datos, la nueva regulación, reportada por primera vez por Fierce Biotech, representa un endurecimiento significativo de las políticas.
La exclusión está amparada en una normativa emitida en enero pasado por el Departamento de Justicia de Estados Unidos, que tiene el objetivo de proteger las informaciones confidenciales de posibles enemigos foráneos.
Para el ente judicial del país norteño los datos biométricos y la geolocalización contenidas en esas bases de datos son considerados información confidencial que no puede ser empleada por los países antes mencionados.
Igualmente, las autoridades han advertido que la información contenida en estas bases de datos podría ser utilizada por servicios de inteligencia para identificar personal gubernamental e incluso para desarrollar armas biológicas.
Impacto en la Investigación
Los científicos chinos manifestaron que ya habían experimentado limitaciones en el acceso a la base de datos del Estudio de Desarrollo Cognitivo del Cerebro Adolescente (ABCD).
Este estudio, que comenzó en 2018, rastrea el desarrollo cerebral de aproximadamente 11 mil 880 niños, ahora, los expertos chinos están completamente excluidos de esta base de datos.
Esta exclusión, limita a la comunidad científica del gigante asiático, reduciendo casi a cero la capacidad para realizar comparaciones importantes en su propia investigación.
Para tener una idea clara del asunto, miles de científicos en China han sido excluidos desde el pasado cuatro de abril, del Programa de Vigilancia, Epidemiología y Resultados Finales (SEER), considerada una de las bases de datos de cáncer más importantes del mundo.
Consecuencias para la Ciencia en Cuba
La comunidad científica de la isla caribeña lamenta esta situación engorrosa, pues antes tenían acceso a esas bases de datos y a partir de ahora se les excluyó.
La directora médica del Centro de Inmunología Molecular con sede en La Habana, Tania Crombet, quien era una de las científicas con acceso explica que esta exclusión podría ralentizar la comprensión de diversas enfermedades y afectar a los pacientes.
Fin de Proyectos en Curso
A la par de la exclusión del acceso a las bases de datos también los NIH han decidido finalizar cualquier proyecto investigativo en curso donde estén participando científicos de los países excluidos.
El director de comunicaciones del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, Andrew Nixon, enfatizó que “los NIH están comprometidos con la seguridad de los datos y la protección de la privacidad de los participantes en estudios”.
Reacción de la Industria Genómica
BGI Group, una destacada empresa de genómica en China, ha señalado que sus científicos han contribuido a algunas de las bases de datos ahora restringidas.
La propia compañía argumenta que estos datos representan un legado compartido que beneficia a toda la humanidad.
Sin embargo, se supo que durante 2023, el Departamento de Comercio de Estados Unidos incluyó a tres empresas del grupo en una lista negra comercial por preocupaciones sobre el uso de sus tecnologías para la vigilancia.
Reflexiones Finales
Gladys Maestre ha expresado su entendimiento de la necesidad de proteger los datos, pero también ha advertido sobre el riesgo de que estas restricciones puedan provocar represalias de los otros países.
Y esto, “indudablemente podría resultar en la exclusión de científicos estadounidenses de bases de datos en el extranjero”, concluyó la experta norteamericana.
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