Inicio > actualidad > Crisis Energética en Cuba: Más de 1500 MW Fuera del SEN Apagones Masivos Continúan
La situación del Sistema Electroenergético Nacional (SEN) de Cuba continúa crítica este 20 de noviembre de 2024. Este lunes, el déficit de capacidad de generación afectó el servicio durante las 24 horas, alcanzando su punto más álgido a las 6:40 p.m., coincidiendo con la hora pico de demanda, con un déficit de 1514 MW. La afectación dejó a millones de cubanos sin electricidad, y se mantuvo crítica durante toda la madrugada.
Al amanecer de este martes, la situación, aunque ligeramente mejorada, seguía siendo preocupante. La disponibilidad del SEN era de 1400 MW frente a una demanda de 2350 MW, resultando en un déficit de 901 MW. A esta cifra hay que sumar los 90 MW adicionales afectados por las averías en las redes eléctricas de la provincia de Artemisa, provocadas por el paso del Huracán Rafael.
Con un panorama así, se estima un déficit de alrededor de 1200 MW para la hora media del día, lo que se traduce en prolongados cortes de energía en la mayoría de las provincias del país.
Las causas de este persistente déficit energético van relacionadas con las varias unidades generadoras que se encuentran fuera de servicio, entre ellas la unidad 5 de la Central Termoeléctrica (CTE) Mariel, la unidad 1 de la CTE Santa Cruz, la unidad de la CTE Matanzas, la unidad 2 de la CTE Felton y la unidad 3 de la CTE Renté.
Estas averías, junto a las unidades 2 de la CTE Santa Cruz, las unidades 3 y 4 de la CTE Cienfuegos y la unidad 5 de la CTE Renté, que se encuentran en mantenimiento, representan una significativa pérdida de capacidad de generación. Las limitaciones en la generación térmica, resultado de la obsolescencia de las plantas y la falta de inversión en mantenimiento preventivo, suman un total de 251 MW.
La falta de combustible agrava aún más la situación precaria. 48 centrales de generación distribuida, con una capacidad de 197 MW, permanecen fuera de servicio por esta razón, reflejo de las dificultades para la importación de petróleo y gas.
A esto se suma la inoperatividad de la patana de Santiago de Cuba (67 MW), 5 motores en la patana de Regla (45 MW) y 5 motores en la patana de Melones (90 MW), para un total de 399 MW afectados por falta de combustible.
Esta dependencia de combustibles fósiles, sumada a la ineficiencia en la gestión de los recursos disponibles, exacerba la vulnerabilidad del sistema ante cualquier imprevisto.
Para la hora pico, se prevé la entrada en funcionamiento de la unidad 3 de la CTE Renté (70 MW), 5 motores de la patana de Regla (45 MW), 2 motores de la patana de Santiago de Cuba (24 MW) y 5 motores de la patana de Melones (90 MW).
Sin embargo, aún con estas incorporaciones, se estima una disponibilidad de 1629 MW para una demanda máxima pronosticada de 3100 MW, lo que resultaría en un déficit de 1471 MW y una afectación al servicio de aproximadamente 1541 MW.
El déficit pronosticado indica que la situación no mejorará significativamente en el corto plazo, y que los apagones continuarán siendo una realidad para la población cubana.
La falta de inversión a largo plazo en la modernización del sistema eléctrico, la dependencia de fuentes de energía no renovables y la falta de transparencia en la información oficial contribuyen a un panorama preocupante que afecta profundamente la vida económica y social de la nación.
