Varios proyectos de desarrollo local en Pinar del Río presentan un marcado estancamiento en sus condiciones y resultados, lejano a las expectativas e indicadores de sus primeros años de funcionamiento, según informan autoridades cubanas.
Los proyectos de desarrollo local se insertan en el cambio del modelo socioeconómico de la nación, como una forma de atender necesidades nacionales y locales que repercutan en mayor bienestar para las personas.
Un ejemplo de ello es el caso de la minindustria La Época, concebida para el procesamiento de frutas y vegetales y afectada por la falta de materia prima.
Convertida en proyecto de desarrollo local desde 2019, y dotada de nuevo equipamiento tecnológico, en el lugar solo permanecen cinco trabajadores de una plantilla de 27, los restantes fueron ubicados a laborar en otras unidades, ante la falta de contenido de trabajo en el sitio.
Según se precisa, La Época surgió para la producción de mermeladas, dulces de frutas y puré, y también con capacidad para producir mayonesa, pero se descartó esa opción por necesitar un recurso importado como el aceite.
En el sitio hay incluso equipos que nunca se han utilizado según el administrador de la institución Raciel Piñera, como es el caso de un fogón considerado alto consumidor de energía, así como máquinas automáticas para reembolsar la producción y el embotellado, que los especialistas extranjeros no pudieron poner a funcionar.
En similares condiciones se encuentra la carpintería La Palma, primer proyecto de desarrollo local de Vueltabajo en Pinar del Río igualmente, inaugurado en 2010.
A un año y medio del inicio de las operaciones en dicha carpintería, se presentaban dificultades para cumplir planes productivos debido a la carencia de materia prima, dado el hecho de que la entidad promotora del proyecto no tenía asignación de madera.
Otros problemas advertidos al año y medio de creada La Palma fueron el deterioro de sus equipos, varios de ellos con roturas por causas asociadas a no ser los más ideales para el trabajo.
El director de Gestión de Desarrollo en el Gobierno, Jesús Alberto Gorgoy, admitió que se cerraron varios proyectos dependientes de recursos de importación, y los calificó como fracasados, en ese caso se incluyeron algunos relacionados con la industria local ligera y la gastronomía.
Entre los anteriores se encuentra una fábrica de pinturas de la capital provincial, que a pesar de haber tenido resultados productivos de alta calidad en sus inicios, no fue sostenible.
Debido a la falta de materia prima quebró además un taller de bisutería de Consolación del Sur, surgido también hace varios años como proyecto de desarrollo local, para la producción de cintos, carteras, billeteras y otros objetos de piel.
Mal estado también refleja la antigua fábrica de guayaberas localizada en el municipio Los Palacios, y que en sus mejores momentos asumió compromisos productivos de 14.000 prendas de vestir para satisfacer una demanda de vestuario de trabajadores de la Zona Especial de Desarrollo de Mariel.
En la occidental provincial luego de más de una década del inicio de los proyectos de desarrollo local, solo se cuenta con 22 implementados, entre los que figuran los descritos con malas condiciones.
Goroy explicó que el principio de trabajo actual en materia de planificación del desarrollo se sustenta en acciones preconcebidas hasta el año 2030, y la provincia cuenta con 78 proyectos ya diseñados, con los cálculos y evaluaciones correspondientes.
En la isla las fuentes de financiamiento que más se utilizan para abrir proyectos de desarrollo local son los recursos presupuestarios estatales, la cooperación internacional y la contribución territorial.
TE RECOMENDAMOS:
✅Para Recibir TODAS las Noticias GRATIS 👉Síguenos desde Aquí