Huevos con yema blanca sin olor ni sabor son distribuidos actualmente por la canasta básica familiar normada en Cuba.
La información es referida por varios usuarios en redes sociales quienes publican con asombro el hecho y manifiestan que nunca antes habían visto algo similar.
En la red social Facebook personas procedentes de varias regiones del país como Camagüey, Villa Clara y Granma comenzaron a mostrar su preocupación por esta situación desde finales de febrero pasado, fecha en la cual el producto comenzó a distribuirse.
Otros con esa característica del cubano satirizan el hecho de que tienen anemia o representan la pureza de los ideales en la isla.
Lo cierto es que, aunque extraño y alarmante para algunos, una yema blanca es una consecuencia basada en varias teorías que ahora te contaremos, pero en ninguno de los casos según la ciencia, es sinónimo de bajo contenido proteico o de que el producto se encuentre en mal estado.
Las publicaciones de estudios sobre el tema refieren que una yema blanca en un huevo de gallina podría deberse a factores como la dieta, la edad de las ponedoras y las condiciones en que habiten.
La dieta podría ser el más definitivo, pues dependiendo del pienso que incorpore el pigmento carotenoide o xantófilo, presente en el maíz, un alimento fundamental en estas aves, así sería la coloración de la yema.
Por todos es sabido la crisis económica que vive la isla y eso no aleja el renglón para alimentar a las ponedoras, a tal punto que en cierto momento la distribución de huevos estuvo detenida y tras su puesta en marcha el gobierno hubo de incluir el pastoreo para alimentarlas al no contar con volúmenes de trigo o maíz.
La edad de las gallinas también podría incidir en este hecho e incluso hay otros que se refieren al hacinamiento como una causa del fenómeno que ahora aprecian algunas familias cubanas.
En ninguno de los casos, aunque no huelan ni se le sienta demasiado sabor, indica que están en mal estado, pues esto solo pasaría si el huevo huele mal y a eso no se refieren los reportes de redes sociales.
La preocupación viene por el color inusual de la yema y si alimenta o no, pero vale reiterar que en este último punto no influye ni en su calidad, ni en su valor proteico.
Lo que sí es preocupante es el precio que llega a alcanzar el estimado alimento en el mercado informal de la isla, costando entre 80 y 100 CUP la unidad, lo cual deviene en hasta 3000 pesos por un cartón completo, insostenible para las familias cubanas.
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