En medio de una crisis económica que afecta la mesa de millones de cubanos, la llegada de un cargamento de arroz al puerto de Santiago de Cuba promete un respiro.
Pero, ¿es esto suficiente para calmar las tensiones y garantizar la seguridad alimentaria de las familias?
En Santiago de Cuba se descargan actualmente 4 mil toneladas de arroz, destinadas a completar la canasta familiar normada del mes de diciembre en las provincias orientales.
Esta operación, desarrollada en la terminal multipropósito del puerto Guillermón Moncada, genera expectativas en la población, pero también interrogantes sobre su distribución y alcance real.
Indice
El arroz esperado por meses
El cargamento de arroz llega en medio de una prolongada crisis económica que ha impactado de manera severa la disponibilidad de alimentos básicos en Cuba.
Según declaraciones de Beatriz Johnson Urrutia, primera secretaria del Partido en Santiago de Cuba, cada consumidor recibirá dos libras de arroz como parte de la cuota normada.
Sin embargo, esta cantidad apenas cubre una fracción de las necesidades reales de las familias cubanas.
Brigadas de estibadores y personal logístico trabajan a contrarreloj para asegurar la rápida distribución del arroz hacia las bodegas, donde ya ha comenzado a expenderse en algunos municipios santiagueros.
El esfuerzo logístico incluye transporte en rastras y ferrocarriles para garantizar la entrega en tiempo, aunque persisten los retos.
Dificultades en la distribución
A pesar de los esfuerzos oficiales, la distribución de la canasta familiar enfrenta retrasos significativos.
En algunos casos, los alimentos han llegado en malas condiciones, como el arroz descrito por consumidores como “lleno de gorgojos”.
Además, el alto costo del arroz en el mercado informal ha provocado que muchos cubanos recurran a opciones fuera de la cuota normada, incrementando la presión sobre sus ya reducidos ingresos.
El Ministerio del Comercio Interior ha reconocido las dificultades logísticas y de transporte, atribuyendo los retrasos a limitaciones financieras y problemas de infraestructura.
Estas deficiencias evidencian el deterioro progresivo del sistema de distribución alimentaria en la isla.
Más allá de la cuota: ¿es suficiente?
Aunque la llegada de este cargamento alivia temporalmente la tensión en la disponibilidad de alimentos, expertos y ciudadanos coinciden en que las medidas son insuficientes para atender la demanda real.
Las dos libras de arroz asignadas por persona son un recurso limitado, que no compensa las carencias acumuladas ni las expectativas de una población que enfrenta largas colas y precios elevados para adquirir productos básicos.
Por otra parte, recientes acuerdos entre el gobierno cubano y empresas extranjeras, como la entrega de tierras agrícolas a una empresa vietnamita para la producción de arroz, buscan garantizar la sostenibilidad a largo plazo.
Sin embargo, estas iniciativas aún no han producido resultados concretos para la población.
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