En los últimos años el Sistema Electroenergético Nacional (SEN) ha enfrentado una de sus peores crisis, luego del llamado Período Especial de la década de los noventa. Apagones diarios y prolongados se han vuelto parte de la difícil cotidianidad de los cubanos.
Termoeléctricas en franco deterioro, períodos de mantenimiento incumplidos, falta de financiamiento para adquirir piezas de repuesto y carencia de combustibles, figuran entre las causas principales del problema.
Las autoridades del país caribeño culpan de esa decadente situación al bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra Cuba, pero algunos habitantes de la isla responsabilizan a los gobernantes por la compleja crisis energética.
Más de mil 600 MW de déficit en capacidades de generación llegó a registrar la Unión Eléctrica a mediados de octubre, lo que provocó apagones de más de 14 horas seguidas en algunas regiones del país y una paralización de las escuelas y centros laborales no imprescindibles.
El viernes 18 de este mes el SEN colapsó tras la salida imprevista de la Termoeléctrica Antonio Guiteras de Matanzas. Cuba estuvo apagada casi en su totalidad por cinco días y solo se dio electricidad desde el inicio del blackout a los circuitos priorizados.
Ante la compleja crisis que enfrenta la Mayor de las Antillas, sin petróleo ni financiamiento para adquirirlo, solo la cooperación internacional puede ayudar en algo para palear la compleja situación.
Desde México salió un buque cisterna con 400 mil barriles de crudo con destino a puertos cubanos. Se estima que el petrolero Vilma arribe a la isla en esta semana y la generación eléctrica, la economía y la población tengan un respiro.
Claudia Sheinbaum, electa recientemente Presidenta de México, se ha pronunciado por colaborar con las autoridades cubanas en el suministro de crudo, y durante el colapso del SEN ofreció apoyo técnico si los especialistas cubanos lo llegaran a necesitar.
Algunos medios digitales refieren que en el presente año Cuba ha recibido importantes cantidades de petróleo desde México, las que superan las cifras registradas del año 2023, durante el mandato del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Anterior a este buque había arribado otro similar en el mes de septiembre por el puerto de la ciudad de Cienfuegos. También envían petróleo a Cuba naciones como Venezuela y Rusia, a pesar de las sanciones que Estados Unidos pueda imponerles a sus navieras por esta causa.
Una filial de la petrolera estatal mexicana Pemex es quien suministra el crudo a la isla caribeña, según declaraciones de la propia compañía a la Comisión de Valores de Estados Unidos.
Lo cierto es que este cargamento de petróleo mexicano podría ser un alivio para la dura cotidianidad que viven los cubanos con la crisis energética, pero no la solución definitiva. Hay heridas tan profundas en la economía nacional que necesitan cirugía radical y no curas superficiales.
Una de las medidas que adopta el gobierno cubano hoy es la instalación de parques fotovoltaicos con paneles solares para generar energía eléctrica. Esa podría ser una vía para la independencia energética, pero no es hasta 2026 que se prevén aportar unos mil MW al SEN por este concepto.
Por lo pronto la nación sigue reportando déficit de generación bastante elevado y la solución definitiva no se avizora por el momento. La crisis sistémica y financiera que vive Cuba es tan profunda que no se vislumbra mucha luz al final del túnel.
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