Recientemente migrantes irregulares de varios países, entre ellos cubanos, fueron detenidos en Tonalá, Chiapas.
13 familias cubanas formaban parte del grupo que permanecía en una casa de seguridad en esa localidad mexicana.
Otros migrantes irregulares procedían de Ecuador, Honduras, Nicaragua, República Dominicana y Guinea, con 12, 6, 4, 3 y 1 familias detenidas respectivamente.
También se confirmaron otras nacionalidades dentro del grupo procedentes de China, Costa Rica, El Salvador y Senegal.
En total las autoridades encontraron a un costarricense, 2 salvadoreños, 3 nicaragüenses, 5 hondureños, 6 guineanos, 8 senegaleses, 16 ecuatorianos, 21 chinos, 26 cubanos y 28 dominicanos.
Ninguno de ellos pudo probar su estancia regular en el país azteca y fueron encontrados en situación de vulnerabilidad.
Agentes Federales de Migración y miembros de Grupos Beta del Instituto Nacional de Migración (INM) junto a otras autoridades encontraron a estas personas junto a equipajes ligeros y bolsas con ropa y alimentos.
Todos portaban brazaletes plásticos de colores y se encontraban sobre cobijas, hules y cartones.
Como resultado del operativo fueron detenidos siguiendo el protocolo para estos casos.
Los 13 núcleos familiares de cubanos se encuentran bajo el cuidado y tutela de albergues del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia del estado, al igual que el resto de los migrantes.
En el caso de los adultos solos fueron conducidos a las instalaciones del INM, aunque el informe del gobierno contradice el reciente anuncio de que no se efectuarían traslados de migrantes dentro del territorio mexicano.
En esa oportunidad también se informó que por el déficit de presupuesto no se efectuarían deportaciones, presumiblemente hasta el 31 de diciembre.
El arresto de los migrantes ocurre en un momento de tensión para el gobierno mexicano que dada la crisis migratoria sin precedentes que vive el país se ve imposibilitado de seguir abordándola.
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