La Base Naval de Guantánamo, un enclave cubano ocupado por Estados Unidos, ha sido el escenario de la reciente llegada del submarino nuclear USS Helena. Este evento ha despertado interrogantes sobre las verdaderas intenciones detrás de su presencia en estas aguas geopolíticamente sensibles.
Medios de prensa norteños han declarado que el submarino de ataque rápido USS Helena, perteneciente a la Armada de Estados Unidos, cumple con su recorrido habitual. En su cuenta oficial en X, antes Twitter, informaron que se trata de una visita portuaria a cargo del Comando Sur de Estados Unidos.
Para contrarrestar cualquier malentendido, continuaron explicando que, al ser la Base naval de Guantánamo “parte del territorio estadounidense”, ellos se encuentran en la obligación de ofrecer a esta zona protección como parte de su trabajo en la seguridad marítima y la defensa nacional.
Confirmaron, además, que esa aparición del submarino en aguas disputadas entre Cuba y Estados Unidos, estaba planificado como parte de el patrullaje de la Armada de este país del norte.
En este sentido, la prensa destaca que en la jornada anterior, arribó al puerto de La Habana una flota rusa de buques de guerra con el objetivo de realizar ejercicios militares planificados en esta zona caribeña.
Ha sido inevitable, por ende, que otros medios hayan especulado sobre el despliegue de fuerzas rusas v.s. norteamericana ante Cuba. Además, otros insinúan que es posible un enfrentamiento naval o que tanto Cuba como Estados Unidos están “mostrando sus juguetes” ante cualquier insinuación bélica.
No obstante, el Pentágono ya anunció a través de Sabrina Singh, su representante, que la fragata, un submarino de propulsión nuclear, un petrolero y un remolcador de rescate rusos no representan una amenaza para Estados Unidos.
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