Una sola lancha para transportar pasajeros nacionales, turistas, fallecidos, pacientes de las hemodiálisis y urgencias médicas. Un cayo habitado con toque de queda a las 7:00 de la noche, hora desde la cual es imposible contactar con tierra firme. Si quieres conocer todas las aristas que conforman la problemática de Cayo Granma, continúa leyendo este artículo que D-Cuba prepara para ti.
Mucho se habla de las problemáticas de la transportación marítima en la bahía de La Habana con la llamada Lanchita de Regla, o de los enlaces entre la capital y la Isla de la Juventud. Pero hay otros conflictos más agudos que escapan a la mirada pública, aun cuando cientos de personas se ven afectadas.
Tal es el caso de los 800 pobladores de Cayo Granma, territorio de apenas 2,2 kilómetros cuadrados situado a la entrada de la bahía de Santiago de Cuba. Quienes allí viven, solo disponen de la vía marítima para llegar hasta la ciudad y sus centros de trabajo, estudio, así como a los servicios legales y de salud.
Para ellos, en la actualidad, solo se dispone de una lancha llamada Mambisa XXI. La pequeña embarcación, al ser la única, solo alcanza a realizar nueve viajes al día, en el horario comprendido entre las 5:00 de la mañana y las 7:00 de la noche. Fuera de ese horario los pobladores de la localidad no tienen alternativas de movilidad entre su cayo y la cabecera provincial u otra región de tierra firme.
Además, como ya mencionábamos, si alguien muere en Cayo Granma, su carroza fúnebre será Mambisa XXI; si alguien se accidenta o tiene alguna urgencia médica, a la hora que sea, encontrará en la lancha su ambulancia; y hasta para los dos pacientes de hemodiálisis que viven en el Cayo, la embarcación realiza servicio de “taxi”.
Con tales funciones la lanchita mueve diariamente a casi mil personas, llegando cada mes a cifras de entre 30 mil y 40 mil pasajeros. Y es que no solo los pobladores de Cayo Granma utilizan sus servicios de transportación, a ellos se suman los de comunidades como Ciudad Mar, Punta Gorda, Barrio Técnico, Caracoles y La Socapa; estos últimos dos con acceso por tierra, pero el intransitable estado de las carreteras empuja a sus habitantes a optar por la vía marítima. Además, se suman los turistas avezados que suben a bordo en busca de conocer las bendiciones naturales de una región tan desgraciada.
No en pocas ocasiones la lanchita ha enfrentado roturas y problemas técnicos que le han imposibilitado realizar sus funciones diarias. Cuando esto sucede, los cayogranmenses lo sientes, unos porque ven cortadas de tajo sus actividades en la ciudad, y otros porque no podrán regresar esta noche a casa, y deberán buscar algún lugar para dormir.
Lo que debería ser la norma es que cinco lanchas presten servicio en la ruta, pero cuatro de ellas llevan mucho tiempo fuera de circulación. Una está en astillero: Enlace III. Enlace V, La Cajuma y Enlace IV se encuentran paralizadas por exceso de tiempo de agua, precisan de mantenimiento fuera del mar desde hace 2 y 5 años, necesitan cambio de chapas y pintura, tienen problemas con los agregados de los motores, las baterías, y una de ellas posee el motor fundido.
No se avizora mejoría para estas embarcaciones, cuando es evidente el profundo estado de deterioro que presentan. No obstante, la situación podría estar “menos mala”, porque Mambisa XXI tiene la capacidad para dar 16 viajes al día, pero como consume aproximadamente seis litros y medio de combustible en cada uno, decidieron dejarlo en nueve recorridos diarios.
Según el ministro del Transporte en Cuba, Eduardo Rodríguez Dávila, darle solución a la crisis entra en el Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social y dentro de su ministerio. ¿Crees que vayan a erradicar la problemática en el corto o mediano plazo? Te leemos en comentarios
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