La compleja situación financiera que vive Cuba es la causa principal para que muchos de sus habitantes hayan escogido la emigración como única salida a las carencias que se viven en la isla.
Iniciar una travesía por países de la región es de los caminos más utilizados por los cubanos en los últimos años. Nicaragua es el punto de partida del peligroso trayecto que los lleva hasta México.
En los últimos meses, tras la suspensión de vuelos entre Cuba y Nicaragua, algunos migrantes han tenido que transitar por ocho o nueve países para llegar hasta Tapachula o el Distrito Federal en México.
En esa nación esperan meses por una cita de CVP One que les permita entrar a Estados Unidos a través de algún punto fronterizo. Algunos cubanos se ven obligados a trabajar para costearse la estancia en ese país.
La presencia de peligrosos Cárteles en ese país, es uno de los riesgos que enfrentan los migrantes que esperan el día de llegar a suelo norteamericano. Algunos han corrido la mala suerte de ser secuestrados por esas bandas para pedir rescate a sus familias.
Uno de los casos más recientes, con un trágico desenlace, fue el de las cubanas Leydi de la Caridad Rodríguez Acosta y Ana Mercedes Capetillo Savón, de 36 y 33 años respectivamente. Las jóvenes fueron secuestradas y asesinadas en la zona de Tapachula.
Algunas informaciones en redes sociales revelan que las cubanas fueron sacadas del hotel donde estaban por un grupo armado. Las llevaron a un sitio que aún se desconoce para pedir rescate a sus familiares en la isla.
Los criminales no recibieron el dinero solicitado para devolverlas con vida y las asesinaron. Sus cuerpos fueron encontrados en un corral abandonado en la carretera que une a Nueva Granada con Pumpuapan.
Días previos al crimen, circuló en redes sociales un video de una de las muchachas pidiendo a sus familiares y amigos que pagaran la suma exigida por los secuestradores para poder salir con vida de ese sitio.
Autoridades locales identificaron también el cuerpo de Julio Alberto, un joven de 18 años que fue asesinado por ser testigo del crimen mientras transitaba por esa zona.
Los restos mortales de Leydi y Ana Mercedes fueron entregados a sus familiares en el estado de Chiapas, para su posterior repatriación a Cuba.
Fuentes policiales comunicaron que el homicidio pudo ser ejecutado por uno de los cárteles que controlan los bares de la región. Se especula un posible ajuste de cuentas, pero no es un dato confirmado por ninguna autoridad.
Este caso no es el único que se ha dado a conocer por medios mexicanos y redes sociales. Otros migrantes ya han sido víctimas de secuestro por grupos armados. Algunos han podido sobrevivir luego del pago de considerables sumas de dinero, pero otros no han tenido el mismo final.
Esos grupos armados secuestran a migrantes para pedir miles de dólares por su rescate, pero a muchas mujeres las obligan a prostituirse y trabajar para ellos, de lo contrario pierden la vida.
La Organización Internacional para las Migraciones informó que el cruce fronterizo entre Estados Unidos y México es actualmente la ruta terrestre más peligrosa del mundo. Se registran un número alarmante de muertos y desaparecidos en el intento de alcanzar el sueño americano.
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