La ruta migratoria desde Cuba hacia Estados Unidos sigue siendo una pesadilla para miles de familias. Esta semana, siete cubanos –entre ellos tres mujeres y un niño– fueron rescatados de un secuestro en Tapachula, Chiapas, luego de que sus captores exigieran $10.000 por su liberación.
El operativo se dio tras una denuncia anónima, mientras los criminales huían del lugar al percatarse de la llegada de la policía.
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Según confirmó la Fiscalía General del Estado de Chiapas, el rescate fue posible gracias a la denuncia de una persona cercana al grupo de migrantes. Estas siete personas habían llegado a Tapachula guiadas por un coyote guatemalteco, y fueron posteriormente retenidas por criminales que exigían un pago para dejarlos en libertad.
Al momento del rescate, los cubanos fueron llevados a declarar ante la Fiscalía. Sin embargo, las autoridades reportaron que no brindaron muchos detalles por miedo a represalias, ya que los delincuentes se llevaron varios teléfonos móviles, lo que podría implicar riesgos para sus familias o contactos.
Migración mexicana asumió el caso, y el menor fue puesto bajo el cuidado del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) en Tapachula, mientras se determina la situación de sus padres.
El caso no es aislado. Tapachula, ciudad fronteriza con Guatemala, se ha convertido en un foco rojo para los migrantes cubanos, quienes enfrentan no solo las amenazas del crimen organizado, sino también extorsiones por parte de funcionarios corruptos y chantajes de traficantes.
Uno de los casos más alarmantes es el de Meiling Álvarez Bravo, de 40 años, y su nieto Samei Armando Reyes Álvarez, de 14, desaparecidos desde diciembre. Según testigos, estaban acompañados por otras personas cuyos destinos también son inciertos.
La familia sigue sin respuestas, y las autoridades no han confirmado si fueron secuestrados.
En noviembre, la violencia alcanzó su punto más trágico cuando las cubanas Leydi de la Caridad Rodríguez Acosta y Ana Mercedes Capetillo Savón fueron encontradas asesinadas y desmembradas en un tanque de residuos. Las autoridades creen que fueron secuestradas mientras intentaban cruzar hacia el norte.
El endurecimiento de las políticas migratorias en la región, tanto por parte de México como de Estados Unidos, ha empujado a muchos migrantes cubanos a rutas cada vez más peligrosas.
Tapachula, por su cercanía con Guatemala, se ha convertido en una trampa mortal, donde los migrantes quedan vulnerables frente a redes criminales.
A pesar de los esfuerzos policiales, las denuncias de impunidad persisten. Muchos migrantes temen declarar por miedo a ser deportados o perseguidos por sus captores.
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