Lo que debía ser una ruta hacia la libertad se convirtió en una experiencia de terror para ocho migrantes cubanos secuestrados en el norte de México. Tras recorrer miles de kilómetros con la esperanza de llegar a Estados Unidos, fueron capturados en Reynosa, Tamaulipas, por una red de traficantes de personas que exigía dinero a sus familias a cambio de su liberación.
La frase que marcó su odisea fue clara y cruel: “Páguenos o no salen”. Así comenzó un angustioso episodio que refleja el creciente peligro que enfrentan los cubanos en su paso irregular por territorio mexicano.
Los ocho migrantes cubanos fueron secuestrados mientras transitaban por Reynosa, uno de los municipios más peligrosos para los migrantes en México, según múltiples organizaciones de derechos humanos. Ahí, presuntamente fueron interceptados por traficantes de personas conocidos como “polleros”, quienes los retuvieron en una vivienda improvisada.
Las autoridades mexicanas informaron que el grupo fue mantenido en cautiverio mientras los delincuentes contactaban a sus familias en Cuba o Estados Unidos, exigiendo 200 dólares por persona como “rescate”.
La Secretaría de Seguridad Pública de Tamaulipas confirmó que los migrantes fueron rescatados tras recibir una denuncia anónima que alertaba sobre personas privadas de libertad en una vivienda del Fraccionamiento Paseo de las Flores, en Reynosa.
Al llegar al lugar, los agentes encontraron a los ocho cubanos en condiciones precarias, aunque ninguno presentaba signos visibles de tortura física. No se reportaron detenidos al momento del operativo, pero las investigaciones continúan para desmantelar la red criminal detrás del secuestro.
Tras su rescate, los migrantes quedaron bajo custodia del Instituto Nacional de Migración (INM) para definir su situación legal. Es probable que reciban un permiso temporal de estancia, mientras las autoridades mexicanas y posiblemente agencias internacionales como ACNUR evalúan si califican para alguna forma de protección.
Este episodio revive el debate sobre la seguridad de los migrantes en México, especialmente los cubanos, quienes se enfrentan a extorsiones, secuestros y abusos por parte del crimen organizado en su tránsito hacia la frontera con EE.UU.
Este no es un caso aislado. Organizaciones como Human Rights Watch y Amnistía Internacional han advertido en múltiples ocasiones sobre los peligros que acechan a los migrantes en zonas como Tamaulipas, Veracruz y Chiapas. En especial, los cubanos se han convertido en blanco frecuente de extorsión debido a la presión familiar por reunir dinero rápido para seguir su camino.
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