Las llamadas “expoferias de los nuevos actores de la economía” ya dejan de ser relevantes para los residentes de Santa Clara, excepto la última realizada este domingo 14 de junio. ¿Qué la hizo destacar? El escándalo cuando dieron a conocer el sitio desde el cual la desarrollarían.
Frente al emblemático Coppelia de Santa Clara se encuentra otro edificio igual de reconocido y querido por los locales, popularmente llamado La Francia. En la céntrica calle Colón, el inmueble durante mucho tiempo estuvo en ruinas, una de las tantas vergüenzas para quienes aman esa urbe del centro de la Isla.
Luego, por muchísimo tiempo más, estuvo sometido a un profundo proceso de restauración y batallas campales, por ejemplo, cuando los constructores querían derrumbar la escalera central de La Francia, patrimonio dentro del inmueble y símbolo para los santaclareños. Ante las quejas de intelectuales y pueblo en general, la escalera quedó y fue reparada.
Justo esta semana en La Francia se daban los primeros pasos para la reapertura de su planta baja, y todos los locales estaban a la expectativa de saber cuáles serían sus nuevos propósitos.
Sorprendió de mala manera la noticia: como La Francia no tiene aún una función definida, realizarán allí la expoferia de nuevos actores económicos.
En la mañana de domingo ya podía verse al pasar por allí, a ese insigne lugar convertido en otro mercado de ciudad más, o “candongas” como le llaman los santaclareños a estos sitios donde (re)venden de todo.
Un edificio tan importante, una restauración tan costosa, para acabar como un rincón más de mercaderes. “Muchísimo dinero del erario público invertido en una construcción para revender artículos!!”, denunció Lupe González, ingeniera civil jubilada de la Empresa de Proyectos Villa Clara.
En las imágenes tomadas por visitantes puede verse cómo sobre un piso recién pulido colocan camas, camillas, mesas, sillas, rejas y ventanas fabricadas con estructuras metálicas.
Sobre las paredes, apoyan escaleras de aluminio para guindar ropas, pegan carteles promocionales de negocios. Y la conquistada escalera es utilizada como una suerte de tendedero, para colocar en sus barandas: mochilas, bolsos y riñoneras.
La afrenta, irónicamente, va dedicada al aniversario 335 de la ciudad de Santa Clara. Permanecerá disponible al público hasta el martes 16 de junio, una “iniciativa” promovida por las autoridades locales del gobierno y del partido para acercar a la población a los productores locales, y para que estos últimos estudien los mercados y puedan ofrecer “productos innovadores y prácticos”.
Sin embargo, solo algunos productos son auténticamente locales, como los alimentos enlatados y en conserva de Infantes Agrotecnología, los artículos metálicos de Reluxes Herrería, y una que otra pieza de vestir artesanal. También pueden verse focos, aceites para vehículos, espejos y otras partes y piezas de automóviles que claramente fueron importados y ahora son revendidos.
Aunque el escenario en La Francia molesta a los locales de un modo particular, una situación así no es la primera vez que sucede dentro de Santa Clara.
Desperdicio de lugar…!! Una inversión colosal… una restauración capital convertida en una vulgar candonga… como EL Taladro…!!
así expresó el creador digital Ortelio Fidel Aguilera Alba, al conocer la noticia.
El Taladro, al que se refiere Aguilera Alba, es otro inmueble patrimonial que ya fue restaurado y se rehabilitó como una supuesta ferretería, en la cual hoy se vende más adornos del hogar, calzado y vestuario que artículos de metal.
¿Crees que están tomando las mejores decisiones con los edificios y fondos públicos de Santa Clara? Te leemos en comentarios.
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