En las últimas horas un nefasto suceso ha repercutido en la población de Cuba.
La información sobre el robo de más de mil 600 cajas de pollo con destino a la venta a la población es noticia en la isla mayor de las Antillas.
No es un suceso habitual por tanto ha causado una reacción adversa entre los cubanos.
Según un reporte de la televisión nacional los malhechores presuntamente penetraron en la noche a la Empresa Comercializadora de Alimentos (Copmar) ubicada en La Habana capital de Cuba.
Específicamente, el faltante del producto fue detectado en la cámara número cuatro y a partir de ahí iniciaron las investigaciones pertinentes que permitieron detectar el faltante de pollo.
El director general de Copmar, Rigoberto Mustelier Sandoval, dijo que en un primer momento habían detectado la sustracción de alrededor de 26 toneladas por lo que se indicó realizar un inventario a la totalidad de la Unidad Empresarial de Base Habana (UEB).
Las investigaciones realizadas en todas las cámaras del frigorífico permitieron concluir que el faltante era de 133 toneladas de pollo, cantidad suficiente para abastecer del producto a una provincia de mediano tamaño para la distribución de la canasta básica normada.
Durante las averiguaciones se detectaron cambios en la temperatura de las cámaras de refrigeración, la suplantación de sellos de seguridad y movimientos inusuales de transporte entre las 12 y dos de la mañana del día del hecho.
Todo lo anterior supone la complicidad de trabajadores en los hechos lo cual facilitaba la adulteración de los sellos, así como la entrada y salida sin dificultad a la institución.
En el hecho están involucrados jefes de turno, tecnólogos, custodios, así como personas ajenas a la entidad.
Por tal motivo en estos momentos hay unas 30 personas imputadas de los cuales 11 están bajo régimen de prisión provisional.
También se conoció que cada caja de pollo se comercializaba en el mercado informal a un precio de 3800 CUP; se empleaban casas de viviendas para almacenar el producto haciéndose pasar por Trabajadores por Cuenta Propia o empleados de Mipymes (micro, pequeña o mediana empresa).
Hasta el momento se han efectuado ocho registros donde se han ocupado diversos recursos tales como Split, neveras, laptop, equipos de cómputos y dinero en efectivo 3 millones de pesos cubanos (CUP), así como moneda extranjera (dólares americanos).
Entre las medidas adoptadas en la Empresa (Copmar) están la separación del director general y del consejo de dirección de la UEB Habana.
Asimismo se prevé que teniendo en cuenta los delitos de malversación, cohecho, robo con violencia, receptación y el incumplimiento del deber de preservar los bienes de las entidades económicas, las sanciones pueden estar en los 20 años de privación de libertad.
Sin dudas que el control y el chequeo en estas entidades económicas son vitales para impedir que personas malhechoras malversen y lucren con los bienes de toda la población.
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