La tranquilidad de una mañana escolar se transformó en una escena de emergencia que ha conmocionado a Matanzas.
Padres preocupados, estudiantes evacuados de urgencia y rumores sobre un escape químico tóxico han dejado a la comunidad en vilo.
¿Cómo algo tan inesperado pudo poner en peligro la vida de decenas de jóvenes en su propio espacio de aprendizaje?
En este artículo, desglosamos los detalles del incidente, los testimonios de quienes lo vivieron y las medidas que se están tomando para garantizar que nunca vuelva a suceder. Sigue leyendo para entender el impacto real de esta situación y cómo afecta a las familias cubanas.
Indice
¿Qué ocurrió en el preuniversitario José Luis Dubrocq?
El incidente tuvo lugar en el segundo piso del Instituto Preuniversitario José Luis Dubrocq, ubicado en la ciudad de Matanzas.
Durante las primeras horas de clases, varios estudiantes comenzaron a experimentar mareos, dificultad para respirar y enrojecimiento facial tras percibir un fuerte olor a gas que se extendió rápidamente por el edificio. La situación generó alarma inmediata y llevó a la evacuación total de la escuela.
Testigos relatan que al menos siete estudiantes fueron trasladados al Hospital Pediátrico Eliseo Noel Caamaño, donde están recibiendo oxígeno y se encuentran bajo observación.
Aunque los síntomas iniciales generaron gran preocupación, las autoridades médicas informaron que todos los afectados están en condición estable.
¿Cómo reaccionaron las autoridades?
Ante el incidente, representantes del Partido Comunista de Cuba, el Gobierno provincial, la Dirección de Educación y el Ministerio del Interior acudieron rápidamente al lugar para coordinar acciones.
Una comisión investigadora fue desplegada para identificar el origen del gas y evaluar las condiciones de seguridad en las instalaciones escolares.
La evacuación fue llevada a cabo con la colaboración del personal docente, estudiantes y vecinos de la zona, quienes movilizaron a los afectados en vehículos improvisados hacia el hospital más cercano.
Esta rápida respuesta fue clave para evitar consecuencias más graves.
Testimonios alarmantes
Uno de los relatos más impactantes proviene de un estudiante que, a pesar de la emergencia, regresó al aula más afectada para ayudar a evacuar a sus compañeros que estaban desmayados.
“Fue un acto valiente, pero también arriesgado”, comentó un padre de familia. Otro testigo afirmó que “al menos una treintena de alumnos llegó al hospital, algunos inconscientes y otros con dificultades para respirar”.
El olor, descrito como similar al de un químico acrílico, apareció de forma repentina y se extendió rápidamente por las instalaciones, generando pánico entre los estudiantes y el personal escolar.
¿Qué se sabe hasta ahora?
Aunque las investigaciones están en curso, las primeras hipótesis apuntan a que el gas podría estar relacionado con productos químicos utilizados en la limpieza o en actividades de mantenimiento dentro de la escuela.
Las autoridades han decidido cerrar temporalmente el centro educativo mientras se realizan inspecciones exhaustivas para garantizar la seguridad de todos.
Las familias de los afectados han mostrado su preocupación no solo por la salud inmediata de sus hijos, sino también por las condiciones que permitieron que ocurriera un incidente de esta magnitud en un espacio dedicado a la educación.
Impacto en la comunidad
El incidente no solo dejó una huella en los estudiantes afectados, sino también en sus familias y en la comunidad educativa de Matanzas.
El temor por la seguridad en las escuelas se ha intensificado, y muchos padres se cuestionan si existen protocolos adecuados para manejar situaciones similares en el futuro.
Este suceso es un llamado urgente a reforzar las medidas de seguridad en todos los centros educativos del país, garantizando espacios libres de riesgos para los más vulnerables.
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