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¿Sabías que de los más destacados artistas de Estados Unidos algunos son de origen cubano? En este artículo te contamos sobre dos de ellos.
Estados Unidos ha tenido en su historia muchos artistas de origen caribeño que han destacado mundialmente tras haber vivido en el país, como el haitiano Didier Williams, la dominicana Firelei Báez y el jamaicano Nari Ward.
También ha habido artistas cubanoamericanos muy destacados, y si sigues hasta el final leyendo podrás conocer sobre dos de ellos, reconocidos por el Departamento de Estado por su amplia trayectoria y contribuciones al arte mundial.
Nacido en 1957 y fallecido en 1996, Félix González-Torres fue un fotógrafo cubano-estadounidense ampliamente conocido a nivel mundial por su fotografía y contribuciones al arte conceptual.
Aunque nació en Guáimaro, Camagüey, pasó su adolescencia en Puerto Rico y luego se trasladó a Nueva York, donde obtuvo un Máster en Fotografía y se graduó del Instituto Pratt.
Su obra es reconocible por el uso del minimalismo y materiales ordinarios en la composición de su arte, desde relojes de pared hasta caramelos.
Una de las temáticas más usuales en sus obras fue la del SIDA en la comunidad gay, a la cual dedicó gran parte de su obra una vez que pasó a integrar el Grupo Material.
Dedicado a usar el arte como método para alcanzar la justicia social, González-Torres mostró en “Sin título (Retrato de Ross en Los Ángeles)” y “Sin título (Agua)” los efectos de la enfermedad en las personas que lo padecían.
Poco después de morir su pareja, Ross Laycock, falleció el artista dejando una obra reconocida a nivel mundial y muestra del talento del cubano-estadounidense.
Ana Mendieta llegó a Iowa a los 12 años luego que Fidel Castro asumiera el poder en Cuba, pero su lugar de nacimiento fue La Habana, en 1948.
Graduada de la Universidad de Iowa, Mendieta pronto se convirtió en una artista dedicada a varias disciplinas entre ellas la pintura y el performance.
De sus performances en el barro, que llamó “arte de la tierra”, quedan muchas muestras fotográficas que atestiguan su singular empleo del medio artístico para expresar sus inquietudes medioambientales.
La mayoría de sus obras cuestionan los límites de raza, edad y género y la representación femenina en el arte estadounidense, un punto que le ganó fama con rapidez en los círculos artísticos.
En múltiples ocasiones trabajó cuestionando las bases culturales del arte, señalando en 1980 que “Cuestionar nuestra cultura es cuestionar nuestra propia existencia, nuestra realidad humana”.
Sabedora de sus raíces cubanas, Mendieta las reflejó en su serie Silueta referenciando elementos identitarios de Cuba como la santería.
Considerada una de las artistas más prominentes cubanoamericanas no logró regresar a Cuba hasta 1980 y falleció en 1985 bajo circunstancias que fueron consideradas controversiales.
