La situación del Sistema Electroenergético Nacional (SEN) en Cuba sigue siendo crítica, y los apagones se han convertido en una constante que afecta la vida cotidiana de los ciudadanos.
En este domingo 17 de noviembre de 2024, se continuó con el restablecimiento del servicio en la zona occidental del país, aunque los problemas de generación persisten, dejando a miles de cubanos sin electricidad.
Desde hace meses la situación persiste, la capacidad de generación eléctrica ha estado por debajo de la demanda, ya se percibe un déficit crónico en el suministro.
Ayer, el SEN experimentó una afectación continua durante las 24 horas del día debido a un déficit de capacidad de generación. La máxima afectación por este déficit alcanzó los 1,348 MW a las 6:30 p.m., un momento crítico que no coincidió con la hora de máxima demanda, lo que indica que la situación es aún más compleja de lo que parece.
Durante la madrugada de hoy, el servicio continuó afectado, con una disponibilidad del SEN a las 07:00 horas de 1,615 MW, frente a una demanda que alcanzaba los 2,100 MW.
Esto datos representan un déficit inmediato de 478 MW. Además, se registraron 134 MW afectados en la hora de máxima demanda debido a averías en las redes eléctricas provocadas por el Huracán Rafael, que impactó especialmente en las provincias de Pinar del Río y Artemisa.
En Pinar del Río, se reportaron 40 MW fuera de servicio, mientras que en Artemisa la cifra ascendió a 94 MW. Este tipo de averías agravan aún más la situación ya complicada del SEN, que se ve obligado a lidiar con desastres naturales y fallas estructurales al mismo tiempo.
El panorama para las próximas horas no es alentador. Se estima que para el horario pico se podría tener una disponibilidad de 1,771 MW, pero la demanda máxima podría alcanzar los 3,100 MW, lo que generaría un déficit alarmante de 1,329 MW.
Las proyecciones indican que si las condiciones actuales se mantienen, se pronostica una afectación de hasta 1,399 MW en ese horario crítico.
La causa principal detrás de esta crisis energética radica en múltiples factores. En primer lugar, varias unidades generadoras están fuera de servicio por diversas razones.
La unidad 5 de la Central Termoeléctrica (CTE) Mariel y la unidad 3 de la CTE Santa Cruz están actualmente en avería, al igual que la unidad 2 de la CTE Felton y las unidades 3 y 6 de la CTE Renté. Además, hay unidades en mantenimiento que también contribuyen a la reducción de la capacidad disponible.
Las limitaciones en la generación térmica son significativas, alcanzando los 345 MW. A esto se suma que hay 44 centrales de generación distribuida fuera de servicio por falta de combustible, lo que representa un total afectado de 437 MW. Entre estas centrales destacan la patana de Santiago de Cuba con 67 MW y la CDE Moa con 132 MW.
Para mitigar el impacto en el servicio eléctrico, se espera que entren en operación algunos motores adicionales. Se anticipa que los motores de la CDE Moa aporten 132 MW, junto con dos motores en la patana de Santiago que sumarán 24 MW. Sin embargo, estos esfuerzos son insuficientes para cubrir el creciente déficit.
La situación actual ha generado un clima de descontento entre la población cubana, que enfrenta no solo apagones prolongados sino también una falta de información clara sobre el restablecimiento del servicio. Mientras, la oscuridad se apodera de esta Isla.
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