En un escenario marcado por apagones, cocinas vacías y largas colas para acceder al gas licuado, la noticia de que Cuba exportó más de 60 millones de dólares en carbón vegetal durante 2023 ha encendido la indignación popular.
Mientras miles de cubanos improvisan fogones con leña o queman lo que encuentran para cocinar, toneladas de carbón producido en la isla son enviadas al extranjero, especialmente a países europeos y del Medio Oriente.
Esta situación ha desatado críticas dentro y fuera del país, donde muchos ven una contradicción brutal: el régimen prioriza ingresos en divisas por encima de las necesidades básicas de su propio pueblo.
Indice
¿Cuánto carbón exporta Cuba y a dónde va?
Según datos del Observatorio de Complejidad Económica (OEC), en 2023 Cuba exportó $61,4 millones en carbón vegetal, convirtiéndose en el quinto producto más exportado del país.
Los principales destinos del carbón cubano son:
- Alemania
- Arabia Saudita
- España
- Grecia
- Italia
Este crecimiento del 8,7% respecto a 2022 evidencia que, a pesar de las dificultades económicas internas, el Estado ha mantenido activa la producción para la exportación, posiblemente como una fuente rápida de divisas.
Cocinar con leña: una realidad cada vez más común en la isla
Mientras los embarques de carbón cruzan el Atlántico, miles de cubanos enfrentan apagones prolongados y la escasez de gas licuado, agravada por la falta de divisas y sanciones externas.
Como consecuencia, en muchas provincias del país, las familias han vuelto a métodos de cocción rudimentarios: fogones de leña, carbón artesanal e incluso quema de basura.
Críticas al gobierno: ¿exportar o abastecer primero?
La decisión de continuar exportando carbón ha sido calificada por muchos como una muestra de desconexión del gobierno con las necesidades del pueblo.
Mientras que el discurso oficial defiende las exportaciones como parte del “plan de recuperación económica”, la ciudadanía exige soluciones inmediatas al problema energético doméstico.
Activistas, periodistas independientes y economistas han cuestionado:
¿Por qué no se destina parte del carbón exportable al consumo interno? ¿Hasta qué punto es ético priorizar divisas mientras se vulnera la calidad de vida básica? ¿Qué alternativas reales tiene la población para cocinar?
Una crisis que se extiende: más allá del carbón
La paradoja del carbón no es un caso aislado. Forma parte de una crisis energética estructural que afecta a toda la isla: plantas termoeléctricas obsoletas, falta de inversión, dependencia del petróleo importado, y una infraestructura energética incapaz de sostener la demanda.
Mientras tanto, el verano se acerca, y con él, aumentará la presión sobre el sistema eléctrico nacional. Las perspectivas para la población son inciertas, y muchos temen que la escasez de recursos básicos como el gas y el carbón se profundice.
Preguntas frecuentes (FAQ)
El gobierno prioriza la obtención de divisas para sostener la economía. El carbón vegetal tiene alta demanda internacional y genera ingresos rápidos.
Provoca escasez y encarecimiento del carbón en el mercado nacional, obligando a muchos a cocinar con leña o buscar alternativas precarias.
En teoría, sí. Pero en la práctica, la mayoría se destina a la exportación. Lo poco que queda circula en el mercado informal o subsidiado con baja disponibilidad.
Los principales compradores en 2023 fueron Alemania, Arabia Saudita, España, Grecia e Italia.
Hasta el momento, las medidas oficiales han sido limitadas y poco efectivas. No se han anunciado planes concretos para mejorar el acceso a recursos básicos como el gas o el carbón para uso doméstico.
TE RECOMENDAMOS:
✅Para Recibir TODAS las Noticias GRATIS 👉Síguenos desde Aquí