El gobierno cubano ha dado un paso inédito y significativo: reconocer como empleo formal el cuidado de hijos con discapacidad severa. La medida, que ya ha sido implementada en algunas provincias como parte de un experimento, busca brindar respaldo económico a madres, padres u otros familiares que han dedicado su vida al acompañamiento y atención permanente de estos menores.
Este anuncio no solo representa un alivio para muchas familias cubanas, sino también un cambio de paradigma en la manera en que el Estado valora el trabajo no remunerado de cuidados, especialmente en un contexto de envejecimiento poblacional y creciente vulnerabilidad social.
Indice
¿En qué consiste la medida y cómo se implementará?
El Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) ha comenzado a aplicar esta medida en varias provincias como parte de un experimento controlado.
Durante esta fase, se seleccionan familias con hijos en situación de discapacidad severa que requieren atención constante y que, debido a ello, impiden que su cuidador principal pueda insertarse en el empleo formal.
El cuidador —mayoritariamente mujeres— será contratado como trabajador estatal y recibirá un salario, con derechos laborales como vacaciones pagadas y licencia por enfermedad.
Criterios y evaluación
Para ser elegible, la familia debe cumplir ciertos requisitos que serán evaluados por un equipo multidisciplinario. Entre ellos:
- Existencia de un dictamen médico que confirme la discapacidad severa del menor.
- Comprobación de que el cuidador ha asumido esta labor de forma permanente y no puede desempeñarse en otro empleo.
- Evaluación socioeconómica del núcleo familiar.
- Impacto social: alivio económico y reconocimiento simbólico
Un salario para quienes nunca dejaron de trabajar
Durante décadas, miles de madres y abuelas cubanas han dedicado su vida al cuidado de hijos con discapacidad, sin recibir compensación económica, ni respaldo institucional.
La medida representa para muchas de ellas no solo un ingreso mensual, sino un reconocimiento simbólico al valor de su labor silenciosa.
Redefinir el rol de los cuidados en la sociedad
En un país donde la red de servicios sociales está debilitada y las tareas de cuidado recaen casi exclusivamente en el ámbito familiar, esta política podría marcar el inicio de una transformación más profunda: reconocer los cuidados como una actividad económica fundamental para el sostenimiento de la sociedad.
Aunque la medida es vista como positiva, expertos advierten que aún hay desafíos importantes:
- Cobertura limitada: Solo algunas provincias están participando del experimento.
- Recursos financieros: La sostenibilidad de esta política dependerá de la disponibilidad presupuestaria en un contexto de crisis económica.
- Visión de género: El enfoque aún no incluye una perspectiva de equidad que permita compartir estas tareas más allá del rol tradicional de la mujer.
¿Y la diáspora cubana? Una mirada desde fuera
Desde el exterior, muchos cubanos han acogido la noticia con esperanza y algo de escepticismo. Para quienes envían remesas a sus familias con hijos discapacitados, este ingreso puede representar un alivio.
Sin embargo, aún existe incertidumbre sobre su implementación real y alcance nacional.
Preguntas frecuentes (FAQ)
Hasta ahora, provincias como Sancti Spíritus y Artemisa han iniciado el experimento. Se espera que se expanda gradualmente a otras zonas.
Aunque no se ha especificado una cifra fija, se ha informado que será equivalente al salario mínimo estatal, con posibilidad de ajustes.
Sí, especialmente si han dejado de trabajar por cuidar a sus hijos y cumplen con los requisitos establecidos por las autoridades.
Por ahora, la política se limita a cuidadores de menores de edad con discapacidad severa.
Se requiere un dictamen médico oficial, pruebas de convivencia y evaluación socioeconómica realizada por el equipo designado.
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