La situación eléctrica en Pinar del Río ha sido crítica durante los últimos cinco días, dejando a miles de cubanos sin el servicio básico de electricidad.
El paso del huracán Rafael por el occidente de la Isla, aunque no hizo sus mayores estragos en Pinar del Río, lo aisló totalmente del Sistema Electroenergético Nacional (SEN).
La comunidad ha enfrentado el desafío de vivir con las molestias y dificultades que genera la falta de energía, especialmente en el contexto de temperaturas cálidas y actividades cotidianas.
El Director Técnico de la Empresa Eléctrica Pinar del Río, MSc. Iosvany Siles Morales, ofreció una actualización sobre los avances en el restablecimiento del servicio.
Según su informe, el sábado 9 de noviembre se lograron clientes con servicio, lo que brinda un respiro a los pobladores de diversas localidades. Sin embargo, algunos circuitos aún se encuentran fuera de servicio, lo que plantea retos adicionales en el esfuerzo de restauración.
Durante el día mencionado, se consiguió dar servicio a todos los circuitos de las localidades de Sandino, Guane y Mantua, con la excepción de la carretera de Luis Lazo a Punta de la Sierra, así como el ramal de Bolondrón y Cortés.
A pesar de estos avances, algunos hogares aún no cuentan con electricidad, lo que genera incertidumbre entre los residentes de estas áreas afectadas.
Un logro significativo se dio en Puerta de Golpe, donde se garantizaron seis horas de servicio gracias a la utilización de una isla eléctrica. Este tipo de servicio temporal resulta crucial en situaciones como la actual, permitiendo que al menos parte de la población pueda acceder a la energía necesaria para afrontar sus actividades diarias.
Asimismo, se logró estabilizar el suministro en el poblado de La Coloma mediante un grupo electrógeno de la Empresa Pesquera Industrial, que activó su capacidad para proporcionar electricidad.
En la isla de Paso Real, las condiciones mejoraron al conseguir dar servicio a los circuitos de Los Palacios y Consolación del Sur, aunque Loma de Candelaria y el sur de Herradura aún siguen sin electricidad.
La situación es un recordatorio de los desafíos que enfrenta la infraestructura eléctrica en la provincia, así como de la importancia de un restablecimiento rápido y efectivo.
Uno de los puntos más críticos durante esta crisis ha sido la capital de Pinar del Río. Allí, se ha mantenido una isla que garantiza la vitalidad de los hospitales y los campos de pozos, esenciales para el abastecimiento de agua.
Con la disponibilidad de recursos, se han realizado rotaciones en algunos circuitos, logrando alimentar sectores claves como los repartos Ceferino Fernández, Lázaro Hernández Arroyo y parte del Carlos Manuel.
Además, se ha prestado especial atención a la protección de la calle Martí, asegurando el funcionamiento de los cajeros automáticos, un aspecto vital en tiempos de crisis, ya que permite a los usuarios acceder a efectivo para satisfacer sus necesidades diarias. Durante la jornada, también se rotó la entrada de alimentación del hospital pediátrico, cambiando el suministro del P70 al P80.
Sin embargo, el principal objetivo de la Empresa Eléctrica es la reconexión de la provincia al Sistema Electroenergético Nacional. A pesar de que la reconexión a Artemisa fue imposible durante la jornada anterior, las expectativas son optimistas, y se espera que se logre en el transcurso del día. Una vez alcanzada, se priorizará el servicio para los circuitos que todavía no están conectados debido a la situación de microsistemas.
La crisis eléctrica en Pinar del Río resalta no solo los desafíos a los que se enfrenta la provincia, sino también la resiliencia de su población.
Las autoridades eléctricas están trabajando incansablemente para restaurar un servicio tan fundamental, y aunque los avances son constantes, la situación aún requiere atención, asegura Siles Morales.
En el resto de Cuba, como un oasis, los pobladores gozan de electricidad sin déficits de generación, un escenario totalmente extraño y muy anhelado por todos los cubanos.
Mientras tanto, los ciudadanos de Pinar del Río continúan esperando la llegada de la tan anhelada corriente eléctrica que facilitará su vida cotidiana y les permitirá volver a la normalidad, o al menos a lo que se tenía antes.
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