La población cubana compuesta por 11 millones de personas registra bajos niveles de fecundidad, según los análisis del Centro de Estudios Demográficos de la Universidad de La Habana.
Las investigaciones indican que ese bajo índice se traduce en 44 años inferiores al reemplazo generacional.
En lo anterior ha incidido el impacto de la pandemia de la COVID-19, que provocó una considerable cantidad de fallecidos, además del descenso de los nacimientos, así lo confirma la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI).
El 2021 cerró con cifras preocupante para el país siendo, entre los últimos 60 años, el que menor números de nacimientos reportó con 99 096 y el de mayor cantidad de defunciones con 68 380.
Todas las provincias decrecieron en población al cierre de 2021, así como 159 de los 168 municipios que conforman el país.
Las investigaciones indican que continúa el envejecimiento poblacional, desde el 2011 hacia el 2025 el número de habitantes en la isla decrecerá en unas 203 mil 111 personas, y aproximadamente el 26 por ciento de ellas tendrán 60 años o más, con tendencia al aumento de los mayores de 80 años.
El país tenía previsto realizar a partir de septiembre de este año el Censo de Población y Viviendas, aunque recientemente se informó la suspensión de este ejercicio debido a los atrasos derivados de la COVID-19, más las limitaciones de recursos.
La imposibiliad de cumplir cabalmente con actualizaciones cartográficas previas al proceso influyeron también en la suspensión del mismo.
Diego Enrique González Galbán, director del Centro de Estudios de Población y Desarrollo(Cepde), explicó que los trabajos previos al censo implican al menos dos años, los cuales en este caso han estado afectados por el impacto de la COVID-19.
No obstante Cuba cuenta con un sistema que calcula la población anualmente y analiza parámetros como los nacimientos, las defunciones y la migración, de manera trimestral se calcula también la población del país y al cierre de marzo era de 11 millones 105 mil 814 habitantes.
El Censo de Población y Viviendas se realiza cada diez años, y permite recoger abundante información, que describe realidades sobre la vida en el país y ayudan en la toma de decisiones.
