El trovador cubano Eduardo Sosa Laurencio falleció en la madrugada del 12 de febrero en Guantánamo, a los 52 años de edad, debido a complicaciones derivadas de un accidente cerebrovascular hemorrágico sufrido el pasado 3 de febrero. La noticia ha causado un profundo pesar en el mundo de la cultura cubana, donde Sosa era ampliamente reconocido por su talento, compromiso y amor por la música tradicional.
Indice
Trayectoria de un trovador de pura cepa
Inicios en la música
Eduardo Sosa nació el 18 de abril de 1972 en Tumba Siete, un poblado de la provincia de Santiago de Cuba. Desde temprana edad se vinculó al movimiento de artistas aficionados, desarrollando una sensibilidad especial por la trova y las raíces musicales cubanas. Durante sus estudios en el Instituto Superior Pedagógico Frank País García, donde se licenció en Educación Musical, comenzó a destacar en concursos y eventos que marcaron el inicio de su carrera profesional.
En 1997, fundó el dúo Postrova junto a Ernesto Rodríguez, un proyecto que atrajo la atención del público y la crítica. Juntos grabaron dos discos bajo los sellos Caribe Productions y EMI Odeón España, además de participar en la banda sonora del largometraje Las profecías de Amanda, dirigido por Pastor Vega.
Consagración como solista
A partir de 2003, Sosa inició su carrera como solista, consolidándose como una de las voces más representativas de la trova cubana contemporánea. Publicó varios álbumes, siendo uno de los más destacados Como si fueran mías, con el cual ganó el Premio Cubadisco en 2017.
Su repertorio incluyó composiciones icónicas como:
- Mañanitas de montaña
- Retoño del monte
- El son de Contramaestre
- A mí me gusta, compay
Además, se distinguió por musicalizar los Versos Sencillos de José Martí y versionar grandes clásicos de la música cubana, como La Bayamesa.
Más que trovador: un defensor de la cultura
Eduardo Sosa no solo dejó huella en la música, sino que fue un gestor cultural incansable. Presidió durante más de 10 años el Festival de la Trova Pepe Sánchez en Santiago de Cuba y condujo el programa televisivo Entre manos, dedicado a la difusión del género trovadoresco.
Además, en 2023 fue elegido diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba, desde donde impulsó iniciativas culturales y promovió el arte en las comunidades más alejadas. Su visión siempre estuvo alineada con la defensa del patrimonio musical cubano y la necesidad de llevar la cultura a todos los rincones del país.
La lucha por su vida y el adiós definitivo
El 3 de febrero de 2025, mientras participaba en actividades culturales en Guantánamo, Eduardo Sosa sufrió un derrame cerebral masivo. Fue ingresado en estado crítico en el Hospital General Docente Dr. Antonio Agostinho Neto, donde se le realizó una intervención quirúrgica. A pesar de los esfuerzos médicos, su estado se complicó debido a problemas respiratorios y fallo renal agudo, lo que finalmente provocó su deceso.
El gobierno cubano, instituciones culturales y numerosos artistas han expresado su dolor por la pérdida de Sosa. El presidente Miguel Díaz-Canel lamentó la partida del trovador, destacando su papel en la preservación del legado musical cubano.
Por decisión de su familia, el cuerpo de Eduardo Sosa será cremado y sus cenizas reposarán en el Cementerio de Santa Ifigenia, en el Sendero de los Trovadores, junto a figuras legendarias como Pepe Sánchez y Compay Segundo.
Preguntas frecuentes sobre Eduardo Sosa y su legado
Sosa combinó la tradición trovadoresca con un estilo auténtico y comprometido, rescatando clásicos y componiendo temas propios que marcaron una generación. Su trabajo en la difusión de la cultura y la formación de nuevas generaciones lo convierten en un pilar de la trova contemporánea.
Ganó el Premio Cubadisco 2017, dirigió el Festival de la Trova Pepe Sánchez y recibió reconocimientos como la Medalla Alejo Carpentier y la Distinción por la Cultura Nacional.
Artistas como Liuba María Hevia, Heidi Igualada y Ernesto Rodríguez expresaron su pesar en redes sociales, mientras el Ministerio de Cultura y la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) destacaron su invaluable aporte a la música cubana.
Sus cenizas serán depositadas en el Cementerio de Santa Ifigenia, en el Sendero de los Trovadores, junto a otras figuras icónicas de la trova cubana.
TE RECOMENDAMOS:
✅Para Recibir TODAS las Noticias GRATIS 👉Síguenos desde Aquí