Los precios en las ferias agropecuarias están elevados, mucho más de lo que permite un salario en Cuba, pero incluso los vendedores deben sacar de lo recaudado los gastos de la alta inversión y una ganancia para mantener a sus familias.
¿Imaginas ser un vendedor de feria y que luego de un extenuante día de trabajo venga alguien a arrebatar de tus manos todo lo ganado con tu esfuerzo?
Esto fue lo que le sucedió a una vendedora de un quiosco en una feria en La Habana. Precisamente en el capitalino municipio Playa, en la feria celebrada en el parque de 72 y 13.
A la mujer le fueron robados 93 mil pesos cubanos, el monto de todo lo vendido en su jornada; así como su teléfono celular, documentos personales y otras pertenencias que portaba dentro de un bolso de mano.
El ladrón, un hombre de entre 40 y 50 años de edad, salió corriendo desde el primer momento, pero los gritos alarmantes de la víctima llamaron la atención de los oficiales del Ministerio del Interior (Minint) que allí brindaban servicio de protección.
Rápidamente los policías lograron dar con el asaltante, y con su captura inmediata lograron recuperar todos los bienes que había ultrajado a la vendedora.
El suceso, de gran conmoción social en el epicentro urbano del parque de 72 y 13, fue dado a conocer públicamente por el perfil en Facebook de El Cubano Fiel, asociado como un canal de comunicación del Minint.
Desde el perfil, se expone además que el sujeto detenido permanece bajo custodia policial y pronto irá a juicio por los cargos correspondientes al delito de robo con fuerza.
La crisis económica que enfrentan los cubanos ha traído consigo una agravante en la moralidad y los valores sociales, por lo que lastimosamente se ha vuelto frecuente conocer de hechos delictivos similares, ya sea en áreas públicas de las ciudades como dentro de los hogares.
Por esta razón, las fuerzas policiales han tomado la iniciativa de intensificar su presencia en lugares de alta concentración de personas, para prevenir hechos como estos, o al menos poder actuar con gran rapidez.
Desde el propio perfil de El Cubano Fiel se han conocido de otros tristes acontecimientos similares, sucedidos todos en distintos puntos de la capital cubana.
Tal es el caso del robo perpetrado por un hombre también en edad madura, en el Reparto Alamar, del municipio Habana del Este, en el que un malhechor empujó a un anciano de 72 años de edad con el objetivo de arrebatarle de sus manos un teléfono celular.
En el Reparto Eléctrico, de Arroyo Naranjo, a una señora de también 72 años, un grupo de cinco personas –conformado por cuatro hombres y una mujer–, le robaron una motorina eléctrica que había alquilado a una supuesta pasajera asociada al grupo delincuencial.
En todos los sucesos narrados, la policía ha logrado actuar con celeridad, y la resolución de los conflictos ha sido a favor de las víctimas. Pero, ¿cuántos casos de robos de motorinas, dinero, celulares; robos en lugares públicos y viviendas han quedado sin resolver?
Los cubanos podían decir que muchas cosas les faltaban, pero al menos tenían tranquilidad y seguridad en sus calles. Esta crisis, además de la comida arriba de la mesa y el fluido eléctrico en los hogares, ha venido a llevarse también el mayor consuelo de los cubanos: la paz.
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