Florida demuestra su descontento hacia la oleada de inmigrantes estableciendo leyes y medidas que imposibilitan el acceso de permisos de conducir a los indocumentados. Cada vez es mayor la cifra de ciudadanos que necesitan acceder a licencias de conducir para trasladarse, sin embargo, con las nuevas leyes establecidas el acceso a estos permisos se dificulta en el estado.
Los inmigrantes recién llegados a Florida que no cuentan con documentos legales no pueden obtener una licencia para manejar vehículos, con la nueva ley y demás medidas aplicadas por Ron DeSantis, gobernador de este estado, se imposibilita aún más la situación de los inmigrantes en este aspecto.
Según medios oficiales, esta nueva medida firmada por el gobernador constituye la ley más rotunda de Estados Unidos hacia los inmigrantes ilegales. La ley está establecida parcialmente por licencias permitidas en otros estados como: Delaware, Hawái, Connecticut, Rhode Island y Vermont que autorizan a los inmigrantes sin permisos previos y bajo calificativos de no identificación frente a autoridades, licencias para conducir.
Las nuevas medidas aprobadas por el gobernador el pasado 15 de marzo, demuestran su postura negativa frente a los inmigrantes en el país. La ley HB 1589 establece un aumento en las penas para los ciudadanos que conduzcan sin los permisos legales del país, afectando a los recién llegados o indocumentados que se encuentran en el mismo, puesto que no se les permite acceder a un permiso de conducir en este gobierno.
A su vez fueron firmados otros dos acuerdos que también dirigen su contenido hacia los inmigrantes: la ley SB 1036 que eleva las penas más altas para delitos ejecutados por extranjeros y la ley HB 1451, que niega al estado de Florida que acepte identidades ilegales de extranjeros dadas en otras jurisdicciones.
Varias han sido las críticas realizadas a DeSantis, principalmente de Renata Bozzeto, perteneciente a la Coalición de Inmigrantes de Florida, exponiendo que las medidas integrales son las que conducen a la verdadera seguridad, debería permitirse la licencia a los conductores calificados, así como el acceso a seguros, no la implantación de una ley sancionadora.
Esta ley impacta directamente a los indocumentados prohibiéndoles acceder a una licencia válida en el estado y forzándolos a involucrarse en delitos penales por el simple hecho de llevar a sus hijos a actividades escolares o incluso al médico; destacó por su parte la Unión Estadounidense por las libertades civiles (ACLU) de Florida.
El Departamento de Seguridad Vial y Vehículos Motorizados de Florida expone que los permisos de conducir otorgados por otros estados no presentan valía, multando y sancionando a los que las utilizan para trasladarse en vehículos dentro del estado.
La ley comenzará a regirse desde el primero de julio de este año, la pena máxima por este delito oscila desde 60 días a un año de cárcel si se repite el acto, mientras que establece una sanción mínima de 10 días de cárcel para los que manejen con una licencia sin validez en el estado durante tres o más veces.
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