Si hay algo que todavía enorgullece a Cuba como nación, pues no detiene su desarrollo innovativo e impacto en el mundo, es la industria de la biotecnología y la farmacéutica.
Recientemente, desde el país europeo de Belarús han aprobado el uso de la vacuna cubana CIMAVax–EGF, para el tratamiento del cáncer de pulmón.
¿Cuándo se creó esta vacuna? ¿Cuán revolucionaria es dentro en el ámbito científico? ¿Cómo es el tratamiento? ¿En qué países se comercializa? ¿Qué puede significar la más reciente aprobación en Belarús?
CIMAVax–EGF, creada por el Centro de Inmunología Molecular de Cuba (CIM), constituye la primera vacuna efectiva contra el cáncer de pulmón en el mundo, una enfermedad que causa al menos el 25% de muertes por cáncer en el orbe. Desde su ensayo clínico en mil personas sin efectos adversos, en el ya lejano 2011, el medicamento ha salvado numerosas vidas a nivel internacional.
Algunos de los países que ya tienen reconocido el uso del fármaco dentro de sus territorios son Perú, Colombia, Brasil, Argentina e incluso Estados Unidos, donde se le ha devuelto las esperanzas a miles de personas desde 2022. A la altura del 2024, trece años después de su creación, la vacuna cubana se abre espacio en el mercado europeo, en la eslava nación de Belarús.
Desde este 12 de julio, el Ministerio de Salud de Belarús informó que, desde el Centro Pericial y de Pruebas en Atención Sanitaria, le otorgan el registro de uso a la vacuna CIMAVax–EGF.
Según el embajador cubano en la nación eslava, Santiago Pérez, constituye un gran logro para la industria biofarmacéutica cubana, pues las instituciones de salud belarusas son de altos estándares de exigencia.
La opinión del representante diplomático cubano fue compartida en X por el Canciller Bruno Rodríguez Parrilla, quien hizo alusión al éxito “pese al recrudecimiento del bloqueo contra la nación caribeña”.
Belarús fue el primer país europeo en reconocer la vacuna cubana contra la COVID-19, Soberana. Y ahora comienzan a afianzar lazos bilaterales, apunta el embajador Santiago Pérez, lo que puede repercutir en más colaboraciones científicas, pero también en mayores vínculos económicos y comerciales, con la intensificación de importaciones a Cuba desde ese territorio.
Vale aclarar que la vacuna cubana no funciona como fármaco preventivo del padecimiento, sino como un método para el tratamiento en fases avanzadas de la enfermedad.
Se emplea una vez las células cancerígenas adquieren un tamaño considerable y se evalúan estadios avanzados (IIIB y IV), o cuando la enfermedad es estable posterior a un tratamiento de quimioterapia o radioterapia.
Cabe destacar que el tratamiento con la vacuna cubana es menos invasivo a los anteriormente mencionados, pues se centra en la inmunoterapia, o sea, en fortalecer el sistema inmunológico de los pacientes.
De esta manera, se pueden permitir tratamientos prolongados, en dependencia de las necesidades individuales, sin que esto signifique afectación alguna para el organismo de las personas beneficiadas.
Para el tratamiento completo con CIMAVax–EGF se requieren varias dosis. Primero, la cantidad a suministrar debe ser coordinada por un grupo de especialistas oncológicos (internistas, radiólogos, patólogos, hematólogos, cirujanos y oncólogos clínicos).
Las primeras cinco dosis se inyectan vía intramuscular en periodo de 14 días. Luego, continúa con la reactivación cada 28 días, hasta que los médicos lo consideren necesario.
Aun cuando el tratamiento no resulta invasivo, en el momento de suministrarlo debe hacerse en condición de ingreso y con un familiar acompañante. De esta manera se aplica en Cuba, en varios países del mundo, y dentro de poco se hará en Belarús.
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