En la madrugada del 23 de diciembre de 2024, un sismo estremeció el Oriente de Cuba, generando preocupación entre los cubanos dentro y fuera del país. Las preguntas no se hicieron esperar: ¿De cuánto fue el sismo? ¿Qué provincias se vieron afectadas? ¿Qué tipo de daños se reportan hasta el momento? Este evento, que vuelve a encender las alertas en la región, ha sido uno de los más significativos del año.
Según el Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas (CENAIS), el sismo tuvo una magnitud de 6.1 en la escala de Richter, con epicentro localizado a 35 kilómetros al suroeste de Chivirico, en la provincia de Santiago de Cuba, y una profundidad de 9 kilómetros.
Este movimiento telúrico fue perceptible en Santiago de Cuba, Granma, Guantánamo, Camagüey y Ciego de Ávila, donde la población se mantiene en alerta ante posibles réplicas. Los reportes iniciales indican daños leves en viviendas en Providencia, Granma, aunque no se han registrado pérdidas humanas, lo que ha llevado tranquilidad dentro de la incertidumbre.
Indice
¿Qué está provocando estos movimientos telúricos?
La región oriental de Cuba es conocida por su actividad sísmica debido a la presencia de la falla Oriente, una de las más activas del Caribe. Este fenómeno reciente no está relacionado con las réplicas de los sismos ocurridos al sur de Pilón, en Granma, el pasado noviembre, según el doctor Enrique Arango, jefe del Servicio Sismológico Nacional.
Sin embargo, la recurrencia de estos eventos reaviva las dudas: ¿Está aumentando la actividad sísmica en la región? ¿Se pueden predecir temblores de mayor intensidad?
Un contexto que genera inquietud
Este sismo se suma a los más de 130 movimientos perceptibles registrados en el país durante 2024, subrayando la importancia de la preparación ante estos eventos.
Las autoridades locales han intensificado las campañas de concienciación para enseñar a la población cómo actuar en caso de emergencia, mientras el CENAIS continúa monitoreando la actividad telúrica en la región.
¿Podría este evento ser un aviso?
Aunque los expertos señalan que estos sismos son característicos de la región, la frecuencia con que ocurren levanta alertas sobre el riesgo de movimientos mayores. La preparación sigue siendo la mejor herramienta frente a lo impredecible de estos fenómenos naturales.
El nuevo sismo en el Oriente de Cuba no solo evidencia la vulnerabilidad de la región, sino también la capacidad de resiliencia de sus habitantes. ¿Qué sigue para esta zona propensa a la actividad sísmica? Mientras se encuentran respuestas, la prioridad sigue siendo garantizar la seguridad de todos.
📰 Noticia en desarrollo:
Estamos actualizando constantemente la información sobre este evento. Mantente atento para conocer más detalles.
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