El pasado lunes 19 de agosto, en medio de un contexto económico marcado por la necesidad urgente de reactivar la economía cubana, el Gobierno de Cuba publicó en la Gaceta Oficial el Decreto-Ley 90/2024, el cual forma parte de una serie de normativas diseñadas para fortalecer y regular el sector no estatal en la isla.
Este decreto trae consigo significativos cambios para quienes ejercen el trabajo por cuenta propia (TCP) en la isla. Estas modificaciones no solo buscan ajustar la normativa vigente, sino también potenciar este sector como un pilar fundamental en el desarrollo económico del país. ¿Qué implicaciones tienen estas nuevas regulaciones? Aquí te lo contamos.
Indice
Un Nuevo Marco para el Trabajo por Cuenta Propia
El Decreto-Ley 90/2024 introduce cambios sustanciales que impactan directamente a los trabajadores por cuenta propia, un sector que ha mostrado un crecimiento considerable en los últimos años.
Uno de los cambios más notables es la flexibilización del proceso de solicitud de licencias. Ahora, los interesados pueden realizar la solicitud en cualquier Oficina de Trámites del Gobierno, sin necesidad de residir en el municipio donde ejercerán la actividad.
Además, se han añadido nuevos requisitos que aseguran un ejercicio más organizado y legal de las actividades, y se han definido de manera más clara las obligaciones de los TCP hacia sus empleados, promoviendo el respeto a los derechos laborales y combatiendo la informalidad en el empleo.
Esto incluye la implementación de la figura de “ayuda familiar”, que permite que cónyuges o familiares hasta el segundo grado puedan apoyar en el negocio de forma puntual, sin necesidad de registrarse como empleados.
Oportunidades para los Nuevos Emprendedores
Con la nueva legislación, se abren más de 2,000 actividades económicas en las que se puede incursionar, permitiendo una mayor diversificación de negocios en el sector privado. Sin embargo, no todas las actividades están permitidas.
El Decreto-Ley 107/2024 especifica las actividades que están restringidas para los TCP, las MIPYMES y las cooperativas no agropecuarias, asegurando que se respeten las normativas ambientales y de seguridad, entre otras.
Por otra parte, se mantienen las limitaciones en la cantidad de empleados que un TCP puede contratar, fijando un máximo de tres personas. Esta restricción podría limitar el crecimiento de algunos negocios, pero se equilibra con la posibilidad de contratar ayuda familiar de manera no habitual.
Implicaciones Fiscales y de Seguridad Social
El nuevo marco regulatorio también trae consigo cambios en el régimen fiscal para los TCP. Se ha eliminado la exoneración de pagos tributarios que beneficiaba a los nuevos TCP durante los primeros meses de actividad.
Además, se introducen nuevas obligaciones contables para aquellos que generen ingresos superiores a 500,000 CUP anuales, quienes deberán llevar una contabilidad más rigurosa acorde con las Normas Cubanas de Información Financiera.
El régimen especial de seguridad social para los TCP también ha sido actualizado, igualando el tratamiento de los empleados de los TCP con los del resto de los actores del sector no estatal.
Esto incluye la contribución al sistema de seguridad social y la determinación de las pensiones según los años de contribución, lo que aporta mayor estabilidad y protección a los trabajadores.
Aunque estos cambios introducen nuevas oportunidades, también presentan desafíos que los TCP deberán afrontar para adaptarse al nuevo marco legal. Con más de 600,000 cubanos ejerciendo actividades por cuenta propia, estas reformas no solo afectarán a los emprendedores actuales, sino que también establecerán las bases para futuros negocios en Cuba.
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