En septiembre de 1997 la comunidad montañosa Santa María de Loreto, en el municipio Songo La Maya, Santiago de Cuba, vio la electricidad por primera vez a través de una Central Fotovoltaica (CFV). Cuando se instaló era de las más grandes de América Latina.
En sus inicios brindaba energía eléctrica las 24 horas del día y el sol comenzó a ser el mejor aliado de los comunitarios. Podían utilizar equipos electrodomésticos, iluminar sus hogares con bombillos y acceder a los contenidos de los Medios de Comunicación Masiva.
Han pasado 27 años de aquella primera vez y el tiempo pasa factura. Algunos expertos aseguran que su vida útil era de dos décadas y quizás sea la única CFV tan antigua que aún funcione en el continente y el mundo.
Muchos años de explotación, daños provocados por el huracán Sandy en 2012, mayor nivel de vida de los pobladores y la obsolescencia tecnológica, habían reducido sus beneficios a solo cuatro horas diarias de servicio eléctrico.
Un proyecto de cooperación internacional entre la Organización No Gubernamental (ONG) española SODePAZ y el Centro de Investigaciones de Energía Solar (CIES) en Santiago de Cuba, permitió cambiar la vida de esa zona montañosa de Songo La Maya.
El financiamiento fue gracias al gobierno de la comunidad de Cantabria, otros recursos y materiales los facilitó el Casal de Amistad con Cuba de Badaloba y el montaje corrió a cargo del experimentado equipo del CIES.
Se instalaron dos generadores con 5 KW pico de potencia cada uno, inversores, reguladores y un banco de batería nuevo, para alcanzar una generación de promedio de 50 KW / hora al día.
Esta inversión permitirá que los pobladores de la comunidad disfruten de la electricidad las 24 horas del día, siempre que hagan un uso eficiente y racional de esta energía que brinda el sol.
Resta ejecutar una segunda etapa que prevé la ampliación de la Central con la instalación de otro generador, un inversor y un nuevo banco de batería. La meta es incrementar la carga para que los comunitarios puedan usar mejor los equipos de refrigeración, alumbrado y televisión.
También gracias a la cooperación española se renovará la Central Fotovoltaica existente en El Triunfo, otra comunidad aledaña y perteneciente al mismo macizo montañoso. Esta vez el financiamiento lo brindará el gobierno de Mieres.
Con más de 20 años de explotación ya el servicio eléctrico que ella ofrece es muy limitado, aunque ahora recibió una mejoría con parte de los equipos retirados de Santa María. El sueño es 24 horas del día con electricidad y la puesta en funcionamiento del sistema de bombeo de agua de la zona.
En dos meses aproximadamente los cooperantes españoles harán el envío de los recursos para la nueva instalación de El Triunfo y las labores deben iniciar a principios del 2025.
La segunda etapa de Santa María de Loreto también se prevé para el próximo año, unido a la construcción de una CFV nueva en la comunidad La Rosita. En esa zona hay servicio eléctrico por un generador que solo funciona cuatro horas diarias.
La meta es que al cierre de 2025 esas tres comunidades rurales de Songo La Maya estén electrificadas con energía fotovoltaica. Se beneficiarían más de 200 habitantes con la energía y la luz que llega desde el sol.
En la provincia Santiago de Cuba la ONG SODePAZ también colabora en proyectos de electrificación de este tipo en zonas del municipio montañoso Guamá. Otros aportes de su cooperación han llegado hasta La Habana y Guantánamo.
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