Hace más de un año la noticia de la muerte violenta de una mujer en manos de su expareja sacudió a Cuba. Hoy, se hace pública la sentencia final para el asesino, emitida por los tribunales cubanos: privación perpetua de libertad.
¿Cómo sucedieron los hechos? ¿Quién es el victimario? ¿Suceden con frecuencia estos actos en Cuba? ¿Qué estipula la Ley? Conoce las respuestas a estas y otras interrogantes en este artículo que D-Cuba prepara para ti.
No había ocurrido un amanecer tan triste en la comunidad Melanio Hernández –del municipio de Taguasco, en Sancti Spíritus– como la de aquel 28 de febrero de 2023. Sobre las 6:00 de la mañana, el exconvicto conocido como el Mora o el Lento, llegaba a la casa de su antigua pareja, con un cuchillo escondido, dispuesto a arreglar la relación o acabar con la vida de la chica.
Ella, que ya había sufrido durante el noviazgo las penas de convivir con una persona tan problemática, le rechazó su propuesta de reconciliación. El “no” le valió para ser perseguida dentro de su propia casa, hostigada y apuñalada en varias ocasiones, hasta encontrar la muerte.
Mora, desde entonces, se encontraba detenido y en espera de una sentencia, hasta que recientemente se anunció cadena perpetua para este hombre de 48 años. Además, deberá entregar una prestación monetaria de 2 500 pesos al hijo de la víctima, quien es menor de edad.
Cuando en el juicio fue dictada la condena, el acusado presentó un Recurso de Apelación, el cual fue declarado SIN LUGAR por el Tribunal Supremo Popular, en su sentencia No. 5 de 2024.
El Lento, cuenta con un amplísimo historial delictivo iniciado desde la juventud. Por ejemplo, fue la causa 1873 de 1992, del Tribunal Municipal Popular de Sancti Spíritus, por delito de Robo con fuerza, con una sentencia de un año y seis meses de privación de libertad.
Por el Tribunal Provincial Popular de Sancti Spíritus, en la causa 36 de 1999, por Homicidio en tentativa obtuvo la sentencia de cinco años de presidio.
En 2001, por Sustracción de vehículo de motor, a tres años de cárcel. En 2006, por Hurto, a cinco años de privación de libertad. En 2007, por Desórdenes en establecimientos penitenciarios, a 10 meses de prisión. Por Evasión de presos o detenidos y Resistencia, en 2008, a seis años de prisión.
Aunque la noticia de la cadena perpetua en Cuba sorprende, no es la primera vez que se aplica en estos últimos años, incluso, por causas similares. En mayo de 2023 dos asesinos de mujeres, Yadier Delvá Simón y Alexander Nápolez Téllez, fueron sentenciados por el Tribunal Supremo Popular a privación perpetua de libertad.
En la Isla, aunque se hable poco del feminicidio y exista poca transparencia con los datos, algunas cifras apuntan a un preocupante aumento. Si en 2022 hubo 18 condenas por asesinatos de mujeres en manos de hombre por razones de género, en 2023 llegaron a ser 61.
En lo que va de año, en la Mayor de las Antillas han sucedido 28 feminicidios, según los datos emitidos por el Observatorio de Género de la plataforma feminista independiente cubana Alas Tensas, y Yo Sí Te Creo.
Sin embargo, en el renovado Código Penal no se reconoce el feminicidio como un delito. En su lugar, estima sanciones de 20 o 30 años de cárcel, cadena perpetua o muerte para “quien, de propósito, mate a un ascendiente o descendiente, o a la persona con la que mantiene una relación conyugal o de pareja de hecho afectiva, o en ocasión de esta relación”; o para “quien dé muerte a una mujer como consecuencia de la violencia de género”.
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