El trabajo en el campo en Cuba puede decirse que es uno de los más difíciles y precarios en la actualidad. Una actividad tan importante para la alimentación del pueblo, ha recibido en los últimos años poquísimos incentivos para enfrentar los retos de cultivar la tierra.
Pero esa suerte ha cambiado con varios fondos creados por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), mediante los cuales numerosos campesinos pueden solicitar fondos internacionales. ¿Cuáles son? ¿En qué consisten? Conoce los detalles en este artículo que D-Cuba prepara para ti.
En los últimos 60 años nunca había sido tan complejo para un trabajador agrario mantener sus cultivos y vivir de ello. Más allá de lo encarecido del costo de la vida de cualquier cubano, los campesinos enfrentan los altos precios del combustible para las labores agrícolas, el de las partes y piezas para maquinarias, el de los aditamentos como arados y turbinas, además de los herbicidas, plaguicidas y fertilizantes.
Desde hace algunos años, el PNUD en Cuba señala el problema con la producción de alimentos, unido al mal estado de las tierras, y para ello han creado soluciones.
Ya lo reflejaba en 2021 el Ministerio de Agricultura de Cuba (MINAG): apenas el 23% de las tierras cubanas tienen categorías productivas; el resto está afectado por la compactación, la salinidad, la poca fertilidad, la acidez, así como por prácticas inadecuadas en la rotación de cultivos y manejo del suelo.
Por ello se ha creado una fuente de financiamiento para los productores que pongan en práctica el manejo sostenible de tierras. Desde el 2008 esto es posible, y ahora se expande mucho más, a través del Programa Asociación País (CPP-OP15): Apoyo a la Implementación del Programa Nacional de Lucha contra la Desertificación y la Sequía, el cual pretende combatir los efectos que el cambio climático ocasiona sobre los suelos.
La base económica proviene del Fondo para el Medio Ambiente Mundial, de conjunto con el PNUD y en colaboración con la Agencia de Medio Ambiente del Ministerio de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente de Cuba, con la asesoría técnica de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación y el MINAG.
Ahora, los programas de CPP se han multiplicado a cinco y existirán hasta 2027, por lo que nuevos campesinos aún tienen la posibilidad de presentarse a algunos de ellos. Algunas de las opciones a las que se pueden aplicar son:
- Prioridad dentro del Programa Nacional de Mejoramiento y Conservación de Suelos del Ministerio de Agricultura (MINAG), el cual garantiza el acceso preferencial a financiamientos anuales para mejorar la calidad de los suelos productivos.
- El seguro REVERDESEN, pionero en Cuba, creado a través de la alianza con la Empresa de Seguros Nacionales (ESEN) y el Ministerio de Finanzas y Precios (MFP); para constituirse como un instrumento de protección financiera para productores agropecuarios y forestales, ante los desastres ocasionados por fenómenos climatológicos.
- Los Créditos Verdes o Créditos que tributan al Manejo Sostenible de Tierras, sumados a la cartera de créditos de BANDEC.
Añadido a ello, experimentan en algunas asociaciones con el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos para crear bonos de reducción de tarifa para los campesinos que realicen un manejo eficiente del agua.
Quienes deseen conocer detalles sobre estos métodos para el financiamiento internacional, pueden acudir al sitio web del PNUD y descargar los folletos sobre incentivos financieros al Manejo Sostenible de Tierras.
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