El Medicare es un programa de seguro de salud federal administrado por el gobierno de Estados Unidos, diseñado principalmente para adultos mayores de 65 años y algunas personas con determinadas discapacidades.
Este seguro cubre una variedad de servicios médicos esenciales, ofreciendo protección financiera frente a gastos elevados y acceso a atención sanitaria especializada.
Para los cubanos mayores de 65 años que viven en Estados Unidos o planean hacerlo, comprender el Medicare es fundamental. Esta es una herramienta para garantizar cobertura médica adecuada en una etapa de la vida en la que las necesidades de salud suelen aumentar.
Además, conocer cómo funciona este programa y la vía para acceder a él puede facilitar su integración en el sistema de salud estadounidense y mejorar su calidad de vida.
En este artículo de D-Cuba se abordarán los aspectos básicos del programa Medicare, requisitos y beneficios principales, así como recomendaciones específicas para cubanos mayores de 65 años. También detallamos los pasos para la inscripción, tipos de cobertura y consejos para optimizar el uso de este tipo de seguro médico.
Indice
Medicare está diseñado principalmente para personas mayores de 65 años que cumplen ciertos requisitos básicos generales, entre los que se encuentran:
Además, generalmente se requiere un historial de trabajo que haya generado créditos suficientes en el Seguro Social, ya que estos créditos reflejan la contribución al sistema durante la vida laboral.
En caso de no contar con créditos propios, algunas personas pueden calificar a través del historial laboral de un cónyuge.
Existen situaciones especiales que permiten la elegibilidad antes de los 65 años, esto incluye a personas con discapacidades que hayan recibido beneficios del Seguro Social por esa condición durante al menos 24 meses.
También califican quienes padecen enfermedad renal en etapa terminal (insuficiencia renal crónica que requiere diálisis o trasplante) y quienes tienen esclerosis lateral amiotrófica (ELA). Para estas personas la cobertura o beneficios comienzan inmediatamente después de recibir el diagnóstico médico.
En el caso de los inmigrantes, especialmente cubanos, la elegibilidad puede implicar consideraciones adicionales.
Para lo cual es fundamental contar con residencia legal en Estados Unidos y cumplir con el requisito mínimo de residencia continua, que es de al menos cinco años como residente permanente legal, antes de poder acceder al Medicare.
Según se supo, de manera adicional, se deben presentar documentos que acrediten el estatus migratorio y, en algunos casos, el historial de trabajo en el país norteño.
Estos requisitos buscan garantizar que el beneficiario esté integrado oficialmente al sistema y pueda recibir el seguro sin interrupciones o problemas administrativos.
La Parte A de Medicare cubre atención hospitalaria para pacientes internados, cuidado en centros de enfermería especializada, hospicio y atención médica domiciliaria médicamente necesaria.
Los costos para la mayoría de las personas elegibles con suficientes créditos de trabajo suelen ser bajos o nulos en prima mensual, pero sí existen deducibles y copagos.
En 2025, el deducible para hospitalización es de aproximadamente 1600 dólares por beneficio de hospitalización, y los copagos varían según la duración de la estadía.
La Parte B cubre servicios médicos necesarios fuera del hospital, como visitas al médico, consultas, pruebas de laboratorio, radiografías, servicios ambulatorios y atención preventiva (vacunas, exámenes preventivos).
También cubre equipo médico duradero (como sillas de ruedas o bombas de insulina), en el caso de este último aditamento es para uso de las personas con diabetes mellitus tipo I y algunos de tipo II.
Los beneficiarios pagan una prima mensual, que en 2025 es alrededor de 164.90 dólares, un deducible anual aproximadamente 226 dólares y el 20% del costo aprobado de Medicare para la mayoría de los servicios, después del deducible.
La Parte C es un plan privado aprobado por Medicare que ofrece cobertura integrada que reemplaza a la Parte A y a la Parte B de Medicare Original.
Estos planes suelen incluir beneficios adicionales como cobertura dental, oftalmológica y a menudo incluyen la cobertura de medicamentos recetados (Parte D).
Las ventajas son conveniencia y cobertura adicional, pero pueden tener limitaciones como redes de proveedores restringidas o la necesidad de autorizaciones previas para ciertos servicios.
La Parte D cubre medicamentos recetados, ofreciendo protección contra altos costos de farmacia. Es un seguro voluntario que se contrata separado de las Partes A y B o mediante un plan Medicare Advantage que lo incluya.
En el caso de esta parte funciona mediante copagos y primas según el plan específico, y es fundamental para evitar el gasto elevado en medicamentos.
Es un seguro adicional que ayuda a cubrir los gastos que Medicare Original no cubre, como copagos, coseguros y deducibles.
Los seguros Medigap son ofrecidos por compañías privadas y funcionan para reducir los costos de bolsillo de los beneficiarios que tienen Partes A y B. No cubren medicamentos, pero brindan mayor tranquilidad financiera.
Esta organización de las partes de Medicare permite adaptar la cobertura médica a las necesidades del usuario, con opciones para quienes deseen un plan más completo o personalizado.
El proceso de inscripción en Medicare está regulado por períodos específicos que determinan cuándo y cómo las personas pueden incorporarse al programa sin sanciones ni multas.
Este período, clave para quienes cumplen 65 años, tiene una duración de siete meses, comienza tres meses antes del mes en que se cumple 65 años, incluye el mes del cumpleaños y finaliza tres meses después.
Durante este tiempo, los interesados pueden inscribirse en las Partes A y B (Medicare Original), en planes Medicare Advantage (Parte C) o en la cobertura de medicamentos recetados (Parte D).
La inscripción en este período evita multas por inscripción tardía y garantiza que la cobertura comience en el tiempo oportuno.
Por ejemplo, si el interesado se inscribe antes del mes de su cumpleaños, la cobertura puede comenzar el primer día de ese propio mes.
Las personas que ya están recibiendo beneficios del Seguro Social o de la Junta de Retiro Ferroviario (RRB) antes de cumplir 65 años son inscritas automáticamente en Medicare.
En este caso, las Partes A y B se activan sin que el beneficiario deba hacer trámites adicionales.
Para quienes siguen trabajando después de los 65 años y tienen seguro médico a través de su empleo o el de su cónyuge, existe un período especial para inscribirse en Medicare sin penalización, una vez que finalice esa cobertura laboral.
Además, los que se retiren de forma tardía o tengan otros cambios en su estatus de aseguramiento pueden inscribirse durante estos períodos especiales.
Si no se inscribe durante el período inicial ni en uno especial, tendrá que esperar al período de inscripción general que va del 1 de enero al 31 de marzo de cada año, con posibilidad de multas y retrasos en la activación de la cobertura.
Estos mecanismos tienen como objetivo equilibrar el acceso a la cobertura médica con la necesidad de planificar financieramente el programa y evitar inscripciones tardías.
Medicare implica varios costos para los beneficiarios, incluyendo primas mensuales, deducibles, coseguros y copagos, todos ellos varían según la parte de Medicare y el plan específico.
La mayoría no paga prima mensual si tiene suficientes créditos de trabajo. En el actual año, el deducible estándar por cada período de beneficio es de mil 676 dólares, que cubre los primeros 60 días de hospitalización, después, se aplican copagos diarios si la estancia se prolonga.
Asimismo, no hay prima para la mayoría, pero sí existen costos compartidos cuando se usan servicios de larga estancia.
Este año 2025 la prima estándar es alrededor de 185 dólares mensuales, aunque puede ser mayor según el nivel de ingresos.
El deducible anual es de 257 dólares, luego del deducible, los beneficiarios generalmente pagan un coseguro del 20% del costo aprobado por Medicare para la mayoría de los servicios.
Según las informaciones consultadas algunos de los servicios, como determinados análisis de laboratorio, no requieren copago.
Los costos varían según el plan específico contratado, además de la prima de la Parte B, puede requerirse una prima adicional para Medicare Advantage.
Estos planes suelen incluir un límite anual de gasto de bolsillo, lo que protege a los beneficiarios de Medicare contra costos excesivos.
Las primas varían según el plan y la ubicación, además, después de pagar un deducible, se aplican copagos o coseguros para los medicamentos, con un límite máximo anual de gastos de bolsillo. Este año el límite está alrededor de los 2 mil 100 dólares.
Las primas de las Partes B y D pueden incrementarse en función del nivel de ingresos del beneficiario, mediante un mecanismo llamado “Ingreso Ajustado de Prima” (IRMAA).
Esto significa que las personas beneficiadas con el Medicare y que sus ingresos se consideren altos deben pagar primas más altas.
Para personas con bajos ingresos y recursos limitados, existen programas de ayuda financiera como el Programa de Ahorros de Medicare (Medicare Savings Programs), que puede cubrir primas, deducibles y coseguros.
Además, quienes califican para Medicaid (“doblemente elegibles”) suelen tener costos de bolsillo reducidos o nulos. También se ofrecen subsidios específicos para la Parte D, conocidos como Ayuda para la Prima de la Parte D (Extra Help), que reducen los costos de los medicamentos.
Estas ayudas son fundamentales para asegurar que los beneficiarios con menos recursos puedan acceder y mantener su cobertura médica sin enfrentar cargas económicas excesivas.
Medicare representa una herramienta fundamental para los cubanos mayores de 65 años que residen en Estados Unidos, brindándoles acceso a servicios médicos y hospitalarios clave en esta etapa de sus vidas.
Medicare cubre hospitalizaciones, atención en centros de enfermería especializada, consultas médicas, pruebas diagnósticas, atención preventiva, equipamiento médico y medicamentos recetados.
Estos beneficios son cruciales para adultos mayores que suelen requerir atención continua y especializada, ayudando a reducir el impacto económico de tratamientos y hospitalizaciones prolongadas.
Un reto importante para muchos cubanos mayores es el acceso efectivo a los servicios debido a barreras lingüísticas y culturales.
Sin embargo muchos centros de salud y planes Medicare ofrecen servicios en español, intérpretes y material educativo adaptado para facilitar la comunicación, lo cual permite un mejor uso y aprovechamiento de sus beneficios.
Los ciudadanos estadounidenses tienen acceso directo y automático a Medicare a partir de los 65 años, mientras que los residentes permanentes deben cumplir con requisitos adicionales.
Dentro de esos requisitos adicionales están poseer un período mínimo de residencia legal en EE.UU. (por ejemplo, cinco años).
Los derechos y la rapidez con que pueden acceder a ciertos beneficios pueden variar según su estatus migratorio y tiempo de residencia.
Un cubano que cumple 65 años y ha trabajado legalmente en EE.UU., acumulando créditos de Seguro Social, puede acceder a Medicare Parte A sin pagar prima.
Otro nacido en la mayor isla de las Antillas y residente permanente en EE.UU. con insuficientes créditos puede optar por comprar cobertura de Medicare pagando primas mensuales.
Quienes hayan llegado recientemente y no cumplan los años de residencia o requisitos laborales deben planificar su acceso y considerar alternativas temporales hasta ser elegibles.
Todo lo anterior significa que Medicare ofrece beneficios médicos y financieros esenciales pero se recomienda informarse bien para aprovechar todo el apoyo disponible.
Aunque Medicare es un programa fundamental para la mayoría de los adultos mayores en Estados Unidos, existen desafíos y limitaciones que conviene conocer para aprovecharlo al máximo y evitar sorpresas financieras.
Medicare Original (Partes A y B) no incluye servicios comunes y necesarios para muchos adultos mayores, como atención dental rutinaria (limpiezas, empastes, dentaduras), exámenes regulares de la vista ni lentes, tampoco audífonos para pérdida auditiva.
Este programa no cubre el cuidado a largo plazo o asistencias diarias en el hogar, solo cuidados breves en centros de rehabilitación tras hospitalización.
La atención médica fuera de EE.UU. tampoco está cubierta, por lo que se recomienda contratar seguros adicionales en caso de planificar viajes internacionales.
No inscribirse en el período inicial o en períodos especiales puede generar multas permanentes elevadas a los beneficiarios sobre las primas mensuales en las Partes B y D.
Estas penalizaciones incrementan el costo durante toda la permanencia del beneficiario en Medicare, lo que puede afectar la economía personal del mismo.
En algunas regiones puede ser complicado encontrar médicos, especialistas o centros hospitalarios que acepten Medicare, lo que puede limitar el acceso a servicios o aumentar los tiempos de espera.
Esto es especialmente relevante para personas que valoran atención en español o la continuidad con médicos ya conocidos.
Las normativas de Medicare pueden variar y en ocasiones los cambios afectan los criterios para inmigrantes y residentes permanentes, como requisitos de residencia o elegibilidad para ciertos beneficios.
Se aconseja en todo momento mantenerse informado sobre cada una de estas posibles modificaciones para evitar problemas en la cobertura o trámites administrativos.
Estas limitaciones requieren planificación anticipada, como contratar seguros complementarios (Medigap), elegir planes Medicare Advantage con beneficios ampliados, conocer con anticipación la red de proveedores y estar al tanto de plazos y requisitos para evitar multas o pérdida de beneficios.
Una buena educación sobre los detalles del programa y el seguimiento de regulaciones ayudará a que los cubanos mayores de 65 años puedan maximizar las ventajas de Medicare y minimizar riesgos o gastos inesperados.
Para iniciar el proceso de inscripción en Medicare de manera exitosa, es importante preparar documentos, conocer los canales disponibles y saber cómo elegir el plan adecuado.
Para inscribirse en Medicare, se suelen requerir los siguientes documentos:
En casos de inscripción especial, pueden solicitar formularios adicionales que prueben empleo o pérdida de seguro médico patrocinado por el empleador.
La inscripción en Medicare puede realizarse de varias formas:
Para elegir, se insta a los posibles beneficiarios a que comparen costos, beneficios adicionales (dental, visión, audición), red de proveedores y necesidades personales de salud.
Es vital que las personas que arriben al período comprendido en la tercera edad escojan de manera correcta cuáles son los seguros y los planes que les son afines teniendo en cuenta sus patologías.
Para ello se le aconseja lo siguiente:
Seguir estos pasos ayuda a los posibles beneficiarios a acceder a la cobertura médica con menor estrés y mayor eficiencia financiera.
En resumen, Medicare es un programa esencial que ofrece una cobertura integral de salud para personas mayores de 65 años, incluyendo a los cubanos residentes en Estados Unidos.
A través de sus cuatro partes A: (hospitalización), B: (servicios médicos ambulatorios), C: (Medicare Advantage) y D: (medicamentos recetados) brinda protección financiera y acceso a atención médica especializada.
Asimismo, con la opción de seguros suplementarios (Medigap), es posible minimizar costos de bolsillo.
Es fundamental comprender los requisitos de elegibilidad, los períodos para inscribirse, los costos involucrados y los posibles apoyos para personas con bajos recursos.
Al propio tiempo, conocer las limitaciones y desafíos, como servicios no cubiertos y posibles barreras culturales, permite planificar mejor el uso del programa.
Con buena información y preparación, los cubanos mayores de 65 años pueden obtener los beneficios que Medicare ofrece para mejorar su bienestar médico y económico.
Se recomienda informarse a través de fuentes confiables y aprovechar canales de apoyo en español para resolver dudas y recibir orientación de acuerdo con sus necesidades.
Para obtener más ayuda en español, existen recursos oficiales como Medicare.gov en español, la Administración del Seguro Social (SSA), líneas telefónicas de asistencia, así como organizaciones comunitarias y centros de salud que ofrecen orientación y acompañamiento en el idioma.
Estar bien informado sobre el Medicare en Estados Unidos siendo inmigrante facilita tomar decisiones acertadas para acceder a una atención médica digna y oportuna en esta importante etapa de la vida.
Los cubanos representan una proporción significativa de la población hispana mayor de 65 años en Estados Unidos, con un crecimiento constante debido a migraciones recientes y aumento en la expectativa de vida.
Muchos cubanos son elegibles para Medicare por edad o discapacidad, pero enfrentan barreras lingüísticas y de acceso que condicionan el uso efectivo del programa.
Según datos recientes, aproximadamente un 75% de los cubanos mayores de 65 años están inscritos en alguna modalidad de Medicare o Medicare Advantage, reflejando un alto grado de integración al sistema de salud estadounidense.
La mayoría opta por planes Medicare Advantage debido a coberturas adicionales y servicios en español.
TE RECOMENDAMOS:
Una nueva oferta promocional de recarga internacional ha sido anunciada, despertando el interés de miles de…
Como cada semana, te traemos las novedades de lo que acontece en el mercado informal…
La falta de productos esenciales en Cuba se ha convertido en un desafío cotidiano para…
La atención médica en México combina un sistema público de seguridad social con un sector…
Se mantienen cuatro microsistemas operativos, aunque tres son efectivos debido a la unificación de los…
México se ha convertido en uno de los destinos más recurrentes para los cubanos que…