Un avión espacial militar no tripulado despegó desde Estados Unidos, para cumplir con misión secreta, a finales de diciembre de 2023, después de intentarlo en varias ocasiones y enfrentarse a algunos contratiempos.
El vuelo partió el viernes 29 de diciembre desde Cabo Cañaveral, en la nación norteña, y se trata del misterioso X-37 B, que salió a bordo de un cohete Falcon Heavy, de la compañía de Elon Musk.
Se sabe que es la séptima misión de la nave y que su tiempo en órbita debe durar más que la anterior cuando llegó a los 908 días, y la misma tiene dimensiones de 8,8 metros de largo, 4,5 metros de envergadura, mientras que de altura tiene 2,9 metros con 227 kilogramos de capacidad de carga útil y hasta cinco toneladas de peso máximo de despegue.
Dentro de los pocos detalles que se conocen de esta misión se sabe además que las exploraciones de nuevos regímenes orbitales son parte de sus objetivos, además de investigar sobre tecnologías innovadoras.
El X-37B pretende también hacer experimentos sobre los efectos de la radiación, con algunos materiales de la NASA, propósito que se ha filtrado, el llamado Seeds-2, es una de esas pruebas y contempla la exposición de semillas de plantas a la radiación, según han explicado algunos reportes.
La nave fue construida por Boeing y se parece a los transbordadores de la NASA, que están ya sin prestar servicio, cuenta con un sistema de aterrizaje autónomo, y aunque despega de forma horizontal como los cohetes aterriza verticalmente.
La Fuerza Especial no ha informado sobre el tiempo de duración del vuelo, ni muchos detalles del contenido a bordo de la aeronave, aunque se prevé pueda orbitar par de años, lo que se sumaría a los más de 10 años que ya ha tenido en órbita desde noviembre de 2010.
En su sexta misión el avión estuvo dos años y medio volando, la que se conoce como su más larga operación espacial, y luego aterrizó en pista del centro Kennedy hace un año.
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