Como reacción a lo expresado en el mitin de Trump en el Madison Square Garden por el comediante Tony Hinchcliffe, quien llamó a Puerto Rico como “una isla flotante de basura”, el actual presidente de los Estados Unidos Joe Biden catalogó como basura a los seguidores de Trump.
El mandatario de 81 años, conocido por sus delirios, incoherencias y pérdida en el hilo discursivo, tuvo otro desliz que puede resultar fatal para la campaña de su actual vicepresidenta y compañera dentro del Partido Demócrata Kamala Harris, candidata a las elecciones presidenciales del próximo 5 de noviembre.
El desafortunado comentario fue ventilado en una reunión por Zoom que la organización Voto Latino preparó junto a algunos periodistas. Al salir el tema de Hinchcliffe y su mal chiste, en plena videollamada Biden expresó que los portorriqueños son “gente buena, decente y honorable”.
Y prosiguió: “La única basura que veo flotando por ahí son sus seguidores… Su demonización de los latinos es inadmisible y antiestadounidense. Es totalmente contraria a todo lo que hemos hecho, todo lo que hemos sido”.
Aunque casi automáticamente la Casa Blanca sacó su comunicado aclarando que el presidente no se refería a los seguidores del candidato Trump, sino a los del humorista Hinchcliffe, ya era demasiado tarde.
El vídeo de Biden recalcando como basura a los seguidores se volvió viral en las redes sociales, en momentos en los que las elecciones presidenciales se tornan en tema central en la vida de los estadounidenses.
Ante la reacción popular, el propio Biden desde su cuenta oficial en X (antiguo Twitter) defendió el criterio de que habían sido mal interpretadas sus palabras, y que de ningún modo se refería a los seguidores de su antecesor mandatario.
Según el post, sus críticas se dirigían a “la retórica de odio proferida por el seguidor de Trump” Hinchcliffe. “Dije que era basura, y es la única palara que encuentro para describirla. Los comentarios en ese mitin no reflejan lo que somos como país”, insiste el presidente en su post.
Mucho más alcance ha tenido, evidentemente, el tweet del tabloide conservador ‘New York Post’ compartido por Elon Musk, dueño de la red social X y amigo y socio de Trump, en el cual se lee: “Biden acaba de llamar basura a la mitad de EEUU”.
Un suceso así recuerda la polémica desatada en 2016, cuando en plena campaña electoral Hillary Clinton llamó a los seguidores de Trump como “deplorables”. Aunque en esta ocasión las palabras no salieron de la boca de la contrincante electoral de Trump, Kamala Harris, sí salieron de la del actual presidente y también demócrata.
En el encuentro virtual por Zoom, Biden también añadió que “la demonización de Puerto Rico y de los latinos es desmesurada y antiestadounidense. Es totalmente contraria a todo lo que hemos hecho como país”.
Sin embargo, de todo lo expresado, el mayor protagonismo se lo llevó su pifia. Al respecto, Donald Trump expresó desde un evento en Allentown, Pensilvania: “Biden realmente no sabe lo que dijo. Es algo terrible, terrible, pero no tiene idea”, con un evidente tono irónico que alude al mal estado de salud mental del presidente.
Aun así, desde sus redes sociales el magnate fue más directo e incisivo al afirmar: “Biden y Harris han mostrado que no están capacitados para ser presidente de EEUU”, y acusó a Kamala de implementar “una campaña de odio”.
Enfrentamientos tan profundos, a estas alturas, pueden dañar considerablemente los resultados en urnas para la candidata demócrata.
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