
Si estás pensando en salir de tu país para buscar mejores oportunidades, es muy probable que Chile aparezca entre tus opciones. En los últimos años, este país se ha convertido en uno de los destinos más importantes para migrantes de toda Latinoamérica gracias a su estabilidad económica relativa, un mercado laboral dinámico y servicios públicos que, con luces y sombras, suelen ofrecer mejores condiciones que en muchos países de origen.
Sin embargo, a partir de la nueva Ley de Migración y su reglamento, el escenario para entrar, trabajar y conseguir residencia en Chile cambió de forma importante. Hoy ya no basta con “llegar como turista y ver qué pasa”: el Estado chileno exige que la mayoría de los trámites se hagan de forma ordenada, con permisos claros y dentro de plazos específicos. Y en 2025 estos requisitos se han ido afinando aún más, con mayores controles, uso intensivo de plataformas digitales y un foco especial en que todo extranjero tenga su situación migratoria regularizada antes de trabajar.
Si eres cubano o de cualquier otro país latinoamericano, este contexto te afecta directamente. Tal vez estés evaluando viajar primero con un permiso de permanencia transitoria y luego buscar un contrato, o quizás ya tienes un empleador interesado en contratarte y necesitas entender qué visa o permiso corresponde. También puede que lleves un tiempo viviendo en Chile con residencia temporal y estés pensando en dar el salto a la residencia definitiva.
Indice
Para entender qué permisos necesitas para trabajar o residir en Chile, primero debes tener claro cómo está organizado el sistema migratorio actual. Desde la implementación de la nueva normativa, Chile opera bajo un modelo más estructurado y controlado, donde cada categoría migratoria cumple una función específica y determina qué puedes —y qué no puedes— hacer dentro del país.
En 2025, todo extranjero que ingresa o permanece en Chile se ubica en una de estas tres categorías:
Es el permiso que reemplazó al antiguo concepto de “turista”. La PT permite ingresar al país por un periodo definido, generalmente para estadías cortas: visitas familiares, actividades no remuneradas, turismo, negocios puntuales o actividades académicas breves.
La PT no autoriza a trabajar, salvo que solicites una Autorización de Trabajo para Permanencia Transitoria, un permiso especial que solo se otorga en casos específicos y bajo condiciones estrictas. Esta es la puerta temporal para quienes llegan sin visa laboral pero tienen una oferta concreta durante su estadía.
Es el permiso para vivir y trabajar legalmente en Chile por un periodo limitado, usualmente por uno o dos años renovables. Aquí entran quienes tienen un contrato de trabajo vigente, vínculos familiares en Chile, razones humanitarias o propósitos específicos de estadía prolongada.
La residencia temporal permite trabajar, siempre y cuando la actividad laboral esté alineada con el tipo de permiso otorgado.
Es el nivel más estable del sistema migratorio. Otorga la posibilidad de vivir y trabajar en Chile sin restricciones laborales, cambiar de empleador libremente, emprender y acceder a una vida más estable.
Para optar por la residencia definitiva suelen exigirse:
La autoridad encargada de gestionar los permisos migratorios es el Servicio Nacional de Migraciones, que opera de manera descentralizada a través de oficinas regionales y plataformas digitales. La mayoría de los trámites hoy se hace en línea, lo que reduce tiempos, pero también exige organización: documentos escaneados, formularios bien completados y seguimiento regular de cada solicitud.
A diferencia de otros países, Chile exige que cualquier actividad remunerada cuente con un permiso migratorio habilitante. Es decir:
Esto hace que la planificación previa sea clave. Si llegas sin visa laboral, sin contrato formalizado o sin la documentación necesaria, podrás encontrarte con límites importantes, demoras o incluso rechazos de solicitudes futuras.
Para este año, Chile ha continuado ajustando su política migratoria, enfocándose en:
Si estás evaluando emigrar, estos ajustes te afectan directamente: exigen más preparación, pero también brindan mayor claridad sobre lo que debes cumplir.
La Permanencia Transitoria es el estatus con el que entra la mayoría de los extranjeros que llegan a Chile por turismo, visita familiar o actividades de corta duración. Pero si durante tu estadía recibes una oferta laboral concreta o surge la necesidad de trabajar, no puedes hacerlo sin solicitar antes la Autorización de Trabajo para Permanencia Transitoria.
Esta autorización no es automática, no se otorga por intención de buscar empleo y no sustituye una residencia temporal. Es un permiso específico, regulado y otorgado solo en situaciones claras.
Pueden solicitar la Autorización de Trabajo quienes:
Este permiso no está diseñado para personas que aún no tienen un empleador, ni para quienes buscan trabajo “a ver si sale algo”. La autoridad exige un sustento formal antes de aprobarlo.
La Autorización de Trabajo para PT se concede principalmente en situaciones como:
Es un permiso vinculado a la actividad declarada. No puedes usarlo para cambiar de rubro, extenderte más allá del tiempo aprobado o trabajar para otro empleador.
Para obtener este permiso debes cumplir con una serie de requisitos básicos que el Servicio Nacional de Migraciones revisa estrictamente:
Tu estatus debe estar activo y dentro del plazo autorizado al ingresar a Chile.
Pasaporte con vigencia suficiente para el periodo en que realizas la actividad.
Debe incluir:
El contenido debe ser claro y coherente con la solicitud.
Se evalúa que la labor tenga relación con tus competencias, que sea real y verificable, y que la empresa esté operativa.
El empleador debe estar habilitado para contratar extranjeros y la actividad no debe contravenir leyes locales.
Aunque la plataforma puede solicitar documentos adicionales según cada caso, lo habitual es:
La Autorización de Trabajo se tramita completamente en línea. El proceso suele seguir estos pasos:
Necesitas registrarte con tus datos personales y tener todos los documentos escaneados y legibles.
Debes ingresar la información del empleador, del contrato y de la actividad remunerada que realizarás.
Sube cada documento en formato digital, verificando que coincida con lo solicitado en la plataforma y que sea legible.
Este permiso requiere el pago de una tasa. Es indispensable que completes el pago para que la solicitud quede formalmente presentada.
El sistema te permitirá ver si se requiere información adicional, si la solicitud está siendo revisada o si ya fue aprobada.
El plazo de autorización puede variar según la carga del sistema y la región, pero lo usual es que la autorización cubra solo el tiempo que dura la actividad laboral declarada. No está diseñado para permanecer largo tiempo en el país ni para sustituir una visa o residencia.
Trabajar sin autorización es considerado una infracción migratoria, lo cual puede generar:
En Chile, la trazabilidad entre actividad laboral y estatus migratorio es estricta, y las empresas son fiscalizadas con frecuencia.
La residencia definitiva es el estatus migratorio que más estabilidad ofrece a un extranjero en Chile. Permite vivir, trabajar, cambiar de empleador, emprender y permanecer en el país sin los límites de una residencia temporal. Para muchos migrantes —incluidos cubanos y otros latinoamericanos— es el paso clave para consolidar un proyecto de vida en Chile.
Sin embargo, obtenerla no es automático. Requiere cumplir requisitos específicos, demostrar continuidad en el país y presentar documentación completa dentro de los plazos establecidos. En 2025, el Servicio Nacional de Migraciones ha reforzado criterios y controles, lo que hace aún más importante prepararse bien.
La residencia definitiva es un permiso de carácter indefinido, que autoriza a su titular a:
No implica perder tu nacionalidad de origen ni exige renunciar a otro pasaporte.
En términos generales, pueden solicitar residencia definitiva quienes:
Cada categoría de residencia temporal suele tener su propio plazo para postular, así que es clave revisar cuándo se habilita la solicitud en tu caso.
Aunque los requisitos exactos pueden variar según el motivo de la residencia temporal que tengas, en 2025 los criterios más frecuentes incluyen:
No puedes solicitar residencia definitiva si tu permiso previo ha vencido. La solicitud debe hacerse con la vigencia activa o durante la extensión otorgada mientras esperas respuesta de renovación.
Cada persona debe haber cumplido el tiempo de estadía exigido por su categoría de residencia temporal. Este tiempo se cuenta desde la fecha de otorgamiento del permiso y no desde la entrada al país.
Debes presentar documentación que respalde tu sustento económico:
La autoridad busca pruebas reales, verificables y coherentes con tu perfil y tu historial.
No debes tener:
Incluye pasaporte vigente, cédula de identidad para extranjeros (si corresponde) y cualquier documento asociado a tu residencia temporal.
Aunque la plataforma digital puede añadir requisitos específicos según tu caso, normalmente piden:
El trámite se realiza completamente en línea. El proceso general es el siguiente:
El sistema indica cuándo está habilitada la opción según tu residencia temporal y el tiempo cumplido.
Escanea cada documento de forma legible y con buena resolución. Un archivo borroso o incompleto puede retrasar o invalidar la solicitud.
Incluye antecedentes personales, fecha de ingreso, datos de tu permiso temporal y actividad económica actual.
La plataforma requiere que cada archivo corresponda exactamente con lo solicitado. No improvises: un documento fuera de lugar puede generar observaciones.
El costo depende del país de origen y del tipo de solicitud. Debes completarlo para validar el proceso.
Una vez enviada la solicitud, podrás revisar el estado directamente en el sistema. En algunos casos, se te pedirá información adicional antes de la aprobación.
Los plazos para obtener la residencia definitiva pueden variar según la región y la carga del sistema, pero en general:
Durante la tramitación, la mayoría de los solicitantes puede mantenerse en Chile de forma regular.
Entre los ajustes más relevantes están:
Para trabajar legalmente en Chile no basta con tener una oferta de empleo: necesitas un permiso migratorio que te habilite para ejercer actividades remuneradas. En 2025, el país ha reforzado los controles y la trazabilidad entre contratante, trabajador y actividad económica, por lo que tanto tú como el empleador deben cumplir requisitos específicos.
A continuación se explican las principales vías de trabajo para extranjeros, qué necesita cada parte y cómo ha cambiado el proceso en 2025.
En términos generales, existen tres vías comunes para quienes desean trabajar en el país:
Explicada en la sección anterior. Es útil solo para estadías cortas o actividades específicas durante una visita no laboral. No sirve como vía de largo plazo.
Es la opción más utilizada por quienes llegan con un contrato formal o buscan establecerse en Chile por más tiempo. Dependiendo de la categoría, el permiso puede estar vinculado a:
Es la etapa donde ya no necesitas ningún permiso adicional para trabajar. Es la meta de la mayoría de los migrantes con empleo estable.
Para que una empresa o empleador chileno pueda contratar a un trabajador extranjero, debe cumplir una serie de requisitos laborales y migratorios.
Si ya existe un empleador dispuesto a contratarte, los pasos suelen ser:
Debe cumplir con los requisitos chilenos:
Es esencial que el contrato esté alineado con la actividad que declaras en tu solicitud migratoria.
La empresa debe verificar:
Este paso lo haces tú, pero la documentación del empleador es imprescindible. El trámite se realiza en línea.
El tiempo de respuesta puede variar, pero generalmente se solicita toda la documentación de forma digital y verificable.
El empleador debe incorporarte a los sistemas laborales y previsionales.
En 2025, la política migratoria chilena ha endurecido algunos aspectos clave:
El Servicio de Migraciones cruza bases de datos para comprobar que la empresa:
Esto reduce de forma considerable los contratos fraudulentos.
La autoridad revisa si la actividad declarada en la solicitud coincide con el rubro del empleador y con tu perfil profesional.
Si cambias de empresa, debes regularizarlo.
Trabajar con un empleador no declarado puede afectar tus futuras residencias.
Errores comunes como nombres mal escritos, cargos ambiguos o contratos con firmas ilegibles pueden generar observaciones o rechazos.
Si ya tienes un permiso para trabajar y quieres cambiar de empleador:
No. La Permanencia Transitoria no habilita para trabajar. Solo puedes hacerlo si solicitas y recibes la Autorización de Trabajo para Permanencia Transitoria, o si cuentas con una residencia temporal o definitiva que lo permita.
El tiempo autorizado depende exclusivamente de la duración de la actividad laboral declarada.
Si tu contrato es breve, la autorización se ajustará a ese periodo. No está diseñada para trabajos prolongados ni para buscar empleo general.
No. En Chile el contrato por sí solo no autoriza a trabajar. El empleador debe esperar a que tu permiso sea aprobado. De lo contrario, ambos pueden recibir sanciones.
En la mayoría de los casos, el sistema genera un estado de “trámite en curso” que te mantiene regular. Sin embargo, es fundamental no dejar vencer tu permiso sin iniciar el trámite correspondiente; hacerlo puede perjudicar tu historial migratorio.
Depende del tipo de residencia temporal que tengas. Algunas categorías permiten postular tras un año, otras requieren un periodo más largo. El sistema te indicará automáticamente cuándo estás habilitado para solicitarla.
En muchos casos sí, pero debes regularizarlo. Algunas residencias están vinculadas al empleador declarado, por lo que cambiar sin informar a Migraciones puede generar problemas con futuras solicitudes.
Puedes salir, pero no es recomendable hacerlo por periodos prolongados. La continuidad en el país es un criterio importante y ausencias extensas pueden afectar tu solicitud o retrasarla.
Depende de tu actividad, pero lo más común es:
– Contrato de trabajo vigente.
– Liquidaciones de sueldo.
– Boletas de honorarios si eres independiente.
– Certificados de actividad económica.
La autoridad valora documentos consistentes y verificables.
Depende del tipo de infracción. Las faltas graves, especialmente trabajar sin autorización, pueden afectar la aprobación. Si tienes multas, lo recomendable es regularizarlas antes de solicitar la residencia.
Si la residencia depende de tu vinculación laboral, deberás informar el cambio y presentar nuevo respaldo. Si tu residencia es por otro motivo (por ejemplo, vínculo familiar), la finalización del contrato no afecta directamente el estatus.
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