En medio de la prolongada crisis del transporte que golpea a la capital cubana, el Gobierno anunció la reparación de 100 ómnibus con el apoyo de una donación del gobierno chino y fondos estatales. Esta medida representa un respiro para miles de habaneros que dependen del sistema público para moverse diariamente por la ciudad.
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El Ministerio de Transporte de Cuba (MITRANS) reconoció que el deterioro del sector ha sido profundo, exacerbado por la falta de divisas, la escasez de repuestos y combustibles. Muchos de los ómnibus que hoy se están reparando llevaban años fuera de servicio.
Según declaraciones del ministro Eduardo Rodríguez Dávila, el plan incluye intervenciones completas: desde mecánica, chapistería y pintura, hasta la sustitución de asientos, los cuales se han identificado como uno de los elementos más críticos debido a su rápido desgaste.
Las labores de restauración se concentran en la empresa CAISA, ubicada en Guanajay, Artemisa. Allí se están reparando 60 ómnibus rígidos y 40 articulados.
Un elemento clave del proceso es la reutilización de piezas en buen estado —como cristales y componentes eléctricos— extraídas de otros vehículos abandonados, lo que reduce tiempos y costos. A pesar de ello, el llamado “canibaleo” de unidades ha sido una necesidad ante la falta de materiales nuevos.
La colaboración con China es fundamental. El gobierno asiático donará módulos de reparación que llegarán en dos fases hasta agosto de este año. Esto permitirá acelerar la recuperación de más vehículos.
Uno de los retos principales es la recuperación de motores. Actualmente hay solo 100 disponibles, y se evalúa reacondicionar otros con el apoyo de la empresa estatal Motor Centro.
La Unidad Empresarial de Base (UEB) Logística de La Habana enfrenta serios obstáculos estructurales. Muchas de sus máquinas automatizadas están fuera de servicio, lo que obliga al personal a realizar tareas de forma manual, alargando los tiempos de reparación.
Además, la baja remuneración del personal técnico complica la retención de mano de obra calificada, un problema crónico en muchas entidades estatales cubanas.
Este proyecto forma parte del Fondo para el Desarrollo del Transporte Público, financiado parcialmente por la venta de vehículos. El objetivo declarado es aliviar el colapso del transporte en la capital y mejorar la movilidad urbana.
Sin embargo, expertos señalan que, aunque la reparación de 100 ómnibus es una señal positiva, se necesitarían esfuerzos sostenidos y estructurales para lograr un verdadero cambio en el panorama del transporte habanero.
60 rígidos y 40 articulados, muchos de ellos paralizados durante años por falta de piezas y mantenimiento.
Mecánica, chapistería, pintura, y reemplazo de asientos. También se reutilizan componentes en buen estado de otros vehículos.
El gobierno chino donó módulos de reparación que se entregarán en dos fases hasta agosto de 2025.
Principalmente en la empresa CAISA, en Guanajay (Artemisa), y en la UEB Logística de La Habana.
Es un paso importante, pero no suficiente por sí solo. Se requieren soluciones a largo plazo, inversión sostenida y mejor gestión operativa.
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