En los últimos días, un rumor alarmante ha captado la atención en redes sociales y plataformas digitales cubanas: supuestos apagones programados de hasta 72 horas en todo el país.
Esta información, que surgió en medios digitales alternativos, se ha viralizado, generando inquietud entre los ciudadanos y alimentando las críticas hacia la gestión de la crisis energética en la isla.
Sin embargo, la Unión Eléctrica de Cuba (UNE) ha salido al paso para desmentir categóricamente estas afirmaciones, asegurando que no existe tal planificación. ¿Qué hay realmente detrás de esta controversia?
A través de un comunicado oficial, la UNE negó rotundamente que se haya previsto un apagón total y prolongado de 72 horas en el país. “Es falso que exista la planificación de un apagón total en Cuba por 72 horas.
Cada día, la Revista Buenos Días de Canal Caribe y la radio cubana informan la afectación real, por déficit en capacidades de generación. No es cierto que se prevé un apagón total por 72 horas”, afirmó la entidad.
Esta aclaración responde a una ola de desinformación que circuló rápidamente en medios digitales alternativos y redes sociales, intensificando la incertidumbre en una población ya acostumbrada a interrupciones frecuentes en el suministro eléctrico.
El rumor parece haber tomado fuerza luego de que circulara información relacionada con el recién publicado Decreto 110/2024 “Regulaciones para el control y uso eficiente de los portadores energéticos y las fuentes renovables de energía”, que establece medidas para enfrentar emergencias energéticas.
Algunos medios digitales alternativos interpretaron este decreto como una señal de que el gobierno planea cortes de electricidad más prolongados, generando alarma entre la población.
No obstante, el decreto no menciona apagones programados de 72 horas, sino que establece protocolos para garantizar la estabilidad del sistema eléctrico en situaciones críticas. Según la UNE, cualquier interpretación que sugiera apagones masivos y prolongados carece de fundamento.
Los rumores sobre apagones prolongados pueden agravar la tensión social en contextos ya de por sí delicados. En un entorno marcado por dificultades económicas y problemas en los servicios básicos, cualquier noticia alarmante tiende a expandirse rápidamente, aumentando la percepción de inseguridad entre la ciudadanía.
Ante esta situación, la UNE reiteró su compromiso de mantener informada a la población a través de los canales oficiales y llamó a desconfiar de informaciones no verificadas que circulan en redes sociales y algunos medios digitales.
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